Estudiante del Interior.
Reuerdo que buscaba con mis padres,
un lugar donde alojarme, pues yo soy del interior.
Comenzaba mi vida de estudiante,
y con ropas elegantes me presente a la ciudad.
Regresaba eso si, cada semana,
pues aun yo no cortaba el cordón umbilical.
Los muchachos me invitaron a una peña,
y entre empujones y senas, esa noche fui a bailar.
Y me encontré con tus ojos de miel,
la Costanera, tu rostro ante mi rostro,
mirándome en tus ojos, y me halle besándote...
y nunca fue nada igual,
no se lo que paso con mi cabeza,
no me entraba ni una letra y afloje en la facultad.
Que me dejo, ¡por Dios!, pero al final llego, era el amor...
A mi Padre lo vi algo distinto,
y le dije despacito, si es que algo andaba mal.
A mi cabello largo lo miraba,
es que el corte a la romana siempre te quedaba bien.
El se fue en un fin de semana,
justamente yo no estaba, y me partió el dolor.
Se espaciaron los regresos a mi casa,
su recuerdo me doblaba y lloraba en la pensión.
Y me encontré con tus ojos de miel,
no olvidare tu mano con mi mano en silencio caminamos,
y me vi, besándote...
y nunca mas, fue nada igual, y vinieron los engrudos y carteles,
pasacalles y reveces, de mi lista dignidad.
Pero al final tendré tus ojos de miel, era el amor...
Recuerdo que llegaba de mi pueblo,
mi hermanito el mas pequeño, a empezar la facultad,
los muchachos lo llevaron a una peña,
y entre empujones y senas, esa noche fue a bailar...