Mario Silva nació en una pequeña localidad de Uruguay el 15 de octubre de 1985. Desde temprana edad, mostró un gran interés por la música. Su familia, aunque humilde, siempre apoyó sus inclinaciones artísticas. La infancia de Mario estuvo marcada por las melodías que cantaba su madre mientras trabajaba en el hogar y los relatos de su abuelo, un antiguo músico callejero.
A la edad de 15 años, Mario decidió formar su primera banda con amigos de la escuela. Aunque la banda no duró mucho, fue suficiente para que Mario reconociera su verdadera pasión. A los 18 años ya era un participante habitual en concursos locales de talentos, donde su voz cálida y emotiva rápidamente ganó atención. No pasó mucho tiempo antes de que un cazatalentos lo notara y le ofreciera un contrato para grabar su primer álbum.
En 2004, Mario lanzó su primer álbum, "Sueños de Barrio". Con una mezcla de baladas románticas y ritmos de cumbia, el álbum rápidamente ganó popularidad en Uruguay y otros países de América Latina. Los fanáticos se enamoraron de su estilo genuino y su capacidad para transmitir emociones a través de la música.
El éxito de su primer álbum lo llevó a grabar su segundo trabajo, "Corazón Errante", en 2007. Este álbum consolidó su carrera, incluyendo éxitos como "Eterno Amor" y "Vuelve a Mí". Recibió varios premios, incluyendo el prestigioso galardón Grammy Latino al Mejor
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La hija de dios
Hoy la vi caminar y era tan bella
Como un rayo de luz dulce y serena
Era blanco su vestido
Hermana de la caridad
Con su alma de claridad
El domingo volvi hasta la iglesia
Para tratar de hablar solo con ella
Loco de amor casi perdido
Lo nuestro no podia ser
Porque ademas de ser mujer
Era la hija de Dios
Y en su promesa
Juro que nunca se iba a enamorar
Era la hija de Dios
Que destinaba su alma sagrada
Al servicio del señor
Ella rezaba con dolor
Padre nuestro que estas en los cielos
Hagase tu voluntad
Padre nuestro que estas en los cielos
Que me deje ya de amar
Padre nuestro que estas en los cielos
Otorgame tu perdon
Padre nuestro que estas en los cielos
Por confundir su corazón
Era la hija de Dios
Y en su promesa
Juro que nunca se iba a enamorar
Era la hija de Dios
Que destinaba su alma sagrada
Al servicio del señor
Ella rezaba con dolor
Padre nuestro que estas en los cielos
Hagase tu voluntad
Padre nuestro que estas en los cielos
Que me deje ya de amar
Padre nuestro que estas en los cielos
Otorgame tu perdon
Padre nuestro que estas en los cielos
Por confundir su corazón
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