Cayó la noche sin aurora
Sobre la niñez risueña
Hoy la juventud no sueña
Y la ancianidad implora
Vuelve Judas en la hora
Del Cain que apuñalea
Y la Cruz se tambalea
Pero al mundo nada ve
El ciego no es aquel
Que a tientas va
Más ciega es la ceguera
Que no quiere mirar
Ojos sin lágrimas puras
Fingen puñales de hielo
Ojos que miran
Siempre al suelo
Frente al Sol
De las ternuras
¿Adónde irá, Señor
Esta legión?
Con esos ojos muertos
Y seco el corazón