Hermelinda
Entregada va con el alma a mostrar
la fuerza de mujer y con su sudor
recorriendo está las calles de alboroto
luchando por los sueños de su hogar
Lleno de colores su carruaje
y su alma
Y al anochecer, lluvia y lagrimas
se funden al pasar
pues el idóneo no puede entender
recordando está los días de felicidad
descubre su razón de ser
Ella supo anoche de su alma
y mi alma