Eugenia
Eugenia, vos sabés como soy.
Prefiero callar algunas cosas.
Tus manos de papel y el zig zag
de tu cintura poderosa.
El tiempo va a esperar
respuestas de los dos.
No más rodeos, no más bromas.
Histéricos los dos.
Y lo que tuvimos antes poca cosa.
Y ahora tengo el eco de tu olor
pegado a mi campera.
La mañana está por reventar
y el sueño no es lo que era.
Nos metimos en la habitación
amplificando el corazón, el corazón.
Eugenia, vos sabés que no soy
el jardinero de tus primaveras.
Y tardo en despistar la presión
que aprieta la garganta y mi cabeza.
La noche es el disfraz
y el principal motor
para escondernos en la espera.
Culpándonos los dos.
Y lo que tuvimos antes queda afuera.
Y ahora tengo el eco de tu olor
pegado a mi campera.
La mañana está por reventar
y el sueño no es lo que era.
Nos metimos en la habitación
amplificando el corazón, el corazón.
Eugenia.