Ensenada
Camino descalzo en Ensenada,
el viento sabe a sal con limón,
el mar se come la luz del día, mi sufrir,
un millón de luces.
Y sigo sin poder ver la luna,
las nubes la cubrieron de gris,
llueve casi como llorando el día,
describiéndose de prisa.
Y el azul del cielo recala en tus ojos,
y no te voy a mentir, aquí soy feliz.
Mira como nacen las olas,
y vienen a morirse en mis pies,
y suenan las canciones del viento y sus risas,
sus acordes son caricias.
Y vine por la ruta del vino,
y vengo de la ciudad del sol,
la vista hace justicia al recuerdo y yo,
sin poder creer donde estoy.
Y el azul del cielo recala en tus ojos,
y no te voy a mentir, aquí soy feliz.
Camino descalzo en Ensenada,
el viento sabe a sal con limón,
la vista hace justicia al recuerdo,
y yo, sin poder creer donde estoy,
sin poder creer donde estoy,
sin poder creer donde estoy.