Rosangela Belisario nació en 1990 en Lima, Perú. Desde una temprana edad, mostró un notable talento para la música. Su hogar, lleno de influencias artísticas, fue el caldo de cultivo perfecto para su desarrollo. Sus padres, ambos músicos aficionados, la alentaron a explorar diversos instrumentos, destacándose en piano y guitarra antes de los 12 años.
En su adolescencia, Rosangela comenzó a componer sus propias canciones y a grabarlas en un pequeño estudio casero. En 2008, subió sus primeros demos a plataformas de música en línea, capturando la atención de productores y sellos discográficos. Un año después, firmó su primer contrato con una reconocida discográfica local.
El lanzamiento de su primer álbum, titulado "A Contra Tiempo", fue un éxito rotundo. La mezcla de pop, rock y toques de música andina conquistó rápidamente las listas de popularidad. Canciones como "Ecos del Alma" y "Libertad" se convirtieron en himnos de una generación.
A medida que Rosangela se consolidaba como una estrella, su música también evolucionaba. En sus siguientes trabajos, exploró una variedad de géneros, desde baladas románticas hasta ritmos latinos y electrónicos. Su segundo álbum, "Voces del Corazón", lanzado en 2012, mostró una madurez artística impresionante, con letras profundas y arreglos más complejos.
Canto entristecido
Aunque mi cuerpo este entero
Por dentro está destruido
Y aunque alegrarlos espero
Cargo el orgullo dolido
Pido perdón a damas y caballeros
Si les molesta este corazón herido
Quise ocultarlo debajo de mi sombrero
Pero es difícil tener tan pronto el olvido.
Yo se que fue lo primero,
Que sintieron al oírlo,
Cuando soltó mi guargüero
Este canto entristecido
El guayabo traicionero
Me delató en el sonido.
De las cosas como fueron
Contar no tiene sentido,
Perdonen lo guayabero,
A todos perdón le pido
Mas vale a la izquierda un cero
Que su nombre y apellido.
Mas vale a la izquierda un cero
Que su nombre y apellido
De mi corazón llanero
No merece ni un latido,
Un trago he ron de todos los parranderos Brindemos juntos que ya lo malo se ha ido,
De aquí pa lante se abre de nuevo el sendero,
Sin desespero vendrá un camino florido.
Yo sé que fue lo primero,
Que sintieron al oírlo,
Pero en cambiarlo me esmero
Y darle un nuevo sentido
Que al escucharlo ese perro
Se trasnoche pensativo,
De las cosas como fueron,
Contar no tiene sentido
Tal vez todavía lo quiero,
Pero que va negativo
Quien va a querer un embustero
Traicionero y presumido.