En la década de los 90, en pleno corazón de Kingston, Jamaica, nació una banda que cambiaría el panorama musical del reggae y el ska: Rude Boys. Este nombre, cargado de historia y tradición, se remonta a los "Rudeboys" que durante las décadas de los 60 y 70 encarnaron el espíritu rebelde y contestatario de la juventud de Kingston. Aquel movimiento, que cruzaba fronteras sociales y económicas, inspiró a un joven grupo de músicos liderados por Marcus "Lion" Ward.
La primera alineación de Rude Boys estaba compuesta por Marcus en la voz principal y guitarra, su amigo de la infancia Jamal "Beats" Thompson en la batería, Aaron "Bassline" Roberts en el bajo, y Darnell "Keys" Spencer en los teclados. Empezaron tocando en los barrios marginales de Kingston, en fiestas clandestinas y pequeños clubes. Su sonido fresco, muy influenciado por el reggae clásico y el ska, atrajo rápidamente la atención de la juventud local.
En 1994, después de arduos meses de ensayos y presentaciones, Rude Boys lanzó su álbum debut "Asphalt Roots". Este trabajo fue recibido con entusiasmo tanto por la crítica como por los fanáticos. Canciones como "Street Corner Anthem" y "Kingston Nights" se convirtieron en himnos espontáneos. El éxito de este álbum les permitió girar por toda Jamaica y a partir de ahí, comenzaron a penetrar mercados internacionales.
El precio del sudor
No quiero ser un diputado para volverme un criminal
y engordarme los bolsillos buSKAndo formas de robar
no quiero ser un presidente
ni un aliado militar
yo quiero ser libre igual que los tigres
queriendo trabajo
no quiero ser perro de estado
para marcar territorial
y enjuiciar a los que buSKAn
porque se ajusta un ideal
no quiero ser el sacerdote
que se hace rico con la fe es que es increible
que para ir al cielo tengamos que pagar
porque somos unos empleados mas
que con EL PRECIO DEL SUDOR
pagamos un poco de confort
porque somos y cada vez que pase seguire
luchar en el mundo
y nuestra condena sudar y sudar
no quiero ser perro de nadie
mira mi forma de pensar
ni quiero dar el mal ejemplo a los niños de la ciudad
no quiero ver que nuestra gente
se unda cada dia mas en la indiferencia
en la inconciencia y en el corazon
porque somos
unos empleados mas que con EL PRECIO DEL SUDOR
pagamos un poco de confort
porque somos y cada vez que pase seguire
luchar en el mundo y
nuestra condena sudar y sudar
porque somos unos empleados mas
que con EL PRECIO DEL SUDOR
pagamos un poco de confort porque somos
y cada vez que pase seguire
luchar en el mundo
y nuestra condena sudar y sudar