Me Cansaría Mil Veces
Qué cansancio tan grande
no habernos comprendido
y qué pena entender
que en realidad no quisimos.
Qué cansancio tan grande
si hablábamos de lo mismo.
Dices que no te escuché.
Pienso que no me has oído.
Y ahora que me faltas tanto
me cansaría mil veces,
por aprender a mirarte,
porque algún día me vieses.
Y nos creemos tan listos,
tan perfectos y divinos,
que para dejarlo claro, perdemos
lo que de verdad tuvimos.
Y entre mis manos abiertas
la lluvia cobra sentido.
Te acuerdas de aquellos días, ¡llovía!
y hasta el paraguas perdimos.
No tendremos más verdad
que yo tu nombre y tú el mío.
Por exigir nuestro mar
no dimos valor al río.
Y ahora que me faltas tanto
me cansaría mil veces,
por aprender a mirarte,
porque algún día me vieses.
Y nos creemos tan listos,
tan perfectos y divinos,
que para dejarlo claro, perdemos
lo que de verdad tuvimos.