Sutiles Corsarios
Ellos ocultos bajo su mediocridad,
Siguen soñando y mordiendo la bronca de ser
Los que se apagan cuando vos brillás.
Eras la estrella de tu habitación,
Tan falso como siempre lo fue tu amistad
Que creció con tu envidia.
¿Adonde estará el corsario de vidrio que buscás?
El tiempo paso y ahora que yo sigo aquí,
Sudando y golpeado,
Preguntan ¿dónde estás vos?
Atrás está el que nunca fue nadie,
Delgado y frustrado por lo que verás en mi
Y así te cagaste en mi amistad.
Allí está el músico,
El que reemplazó a la mie***,
Tu voz delicada, el que se alió,
Con la estrella de la habitación.
Conduce en las calles,
El rey de los reyes enfermos.
El tan inseguro que pisaba cabezas,
Con su voz aguda.
Y ahora nadie se acuerda de él.