Musme
Preludio...
Como un loto desmayado, era pálida Musme
era su semblante pálido, como un lirio reflejado en una taza de te.
En el triste Yosiwara, se escuchaba su canción;
he perdido la esperanza, y como una porcelana, se me quiebra el corazón.
Ojos de claro de luna, rostro de seda y marfil,
el, pesar de su angustia,
se quejaba igual que una prematura flor de abril.
Una tarde, de repente, trunchada por el dolor,
como un suspiro que muere;
apacible y dulcemente, Musme se murió de amor.
Interludio...
Una tarde, de repente, trunchada por el dolor,
como un suspiro que muere;
apacible y dulcemente, Musme se murió de amor.
Arreglo y fin...
Autor: Emilio de Nicolás
Tono:F