En el vasto universo de la música regional mexicana, pocos grupos han logrado dejar una huella tan profunda y perdurable como lo ha hecho Trono de México. Con una mezcla inconfundible de ritmos contagiosos, letras emotivas y una pasión desbordante por sus raíces culturales, esta agrupación ha sabido captar la esencia del pueblo mexicano y llevarla a escenarios tanto nacionales como internacionales. Sumérgete en la fascinante historia de esta banda que ha sabido ganarse un lugar de oro en el corazón de millones de fanáticos.
Trono de México nació en el año 2004 en Ciudad Hidalgo, Michoacán. Esta localidad, reconocida por su riqueza cultural y sus tradiciones arraigadas, fue el campo fértil donde los primeros integrantes comenzaron a sembrar las semillas de su arte. El grupo se formó bajo la dirección de Bernardo López, quien siempre tuvo una visión clara sobre lo que quería lograr musicalmente. Los miembros fundadores compartían un amor profundo por la música y una dedicación inquebrantable para honrarla y difundirla.
El camino al éxito no fue inmediato, pero la constancia y el talento dieron sus frutos con el lanzamiento de su primer álbum, Deja Que Salga la Luna, en el año 2006. Este álbum incluyó temas que rápidamente resonaron con el público, como Quiero Saber de Ti y Lágrimas del Corazón. Con su inigualable estilo que mezcla cumbia, balada y norteño, estas canciones comenzaron a sonar en radios locales y establecieron a Trono de México como una
Ver BiograFia Completa
Lagrimas De Mi Madre
Estuve a punto de matarme por su amor
mi corazón no supo asimilarlo
no es fácil digerir una traición
quien diga lo contrario no es humano
Llegue a pensar que el mundo estaba en contra mía
y quise divorciarme de la vida
dispuesto a sepultar mi mala suerte
estuve a un paso de casarme con la muerte
Algo paso, una lluvia sacude mi tristeza
era mi madre, sus lagrimas mojando mi cabeza
y me beso, la cara con su boca de profeta
diciéndome hijo, aprende a perdonar Jesús lo hizo
y ya lo ven, sigo aquí vivo
Algo paso, una lluvia sacude mi tristeza
era mi madre, sus lagrimas mojando mi cabeza
y me beso, la cara con su boca de profeta
diciéndome hijo, aprende a perdonar Jesús lo hizo
y ya lo ven, sigo aquí vivo