Txarrena, cuyo nombre en euskera significa "lo peor", es uno de los proyectos musicales más intrigantes y auténticos surgidos del rock urbano español. La banda fue fundada por Enrique Villarreal Armendáriz, conocido artísticamente como "El Drogas". Cimentando sus raíces en Pamplona en 1992, Txarrena emerge como un alter-ego de su banda más conocida, Barricada, con la intención de experimentar y aventurarse más allá de los límites marcados por este grupo principal.
En 1992, lanzaron su primer álbum homónimo, Txarrena, que se destacó por su intensidad lírica y sus sonidos diversos. A diferencia de Barricada, cuya energía y fuerza se percibían más crudas y directas, Txarrena ofreció una melodía más experimental y una lírica reflexiva, atrayendo tanto a los fanáticos del rock clásico como a nuevos oyentes que buscaban algo diferente.
El disco, producido por Kaki Arkarazo, incluyó canciones inolvidables como "Azulejo frío" y "Frío". Aunque el proyecto no tuvo un seguimiento inmediato tras este lanzamiento inicial, dejó una huella duradera en la escena musical, consolidando a El Drogas como uno de los letristas más estimulantes del rock español.
Después de la intensa gira de promoción de su primer álbum, Txarrena cayó en un periodo de relativa inactividad. Sin embargo, la chispa nunca se apagó del todo. En 2011, casi dos décadas después de su formación, El Drogas sorprendió a todos con el anunciado regreso de Txarrena. Este reencuentro con los escenarios vino acompañado
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ASí
Cómo duelen los ojos después de llorar,
cómo escupe la mirada con un puñado de sal.
Cómo sudan las manos después de haber querido tanto,
cómo la lengua pide guerra y tú ya no estás.
No puedo esperar a que tú vuelvas,
ya no puedo cantar a mi manera.
No quiero que nadie me vea así, así.
Y ya no brillan las ventanas
porque les falta tu cara,
ya no sueñan las estrellas
en ningún rincón del barrio.
Ni la noche fue olvidada,
por eso se esconde asustada.
Y agarrada a mi cabeza
no deja de repetir.
No puedo esperar a que tú vuelvas,
ya no puedo cantar a mi manera.
No quiero que nadie me vea así.
Y yo asomao de farola en farola,
zapato arruinao que se lleva la ola.
Y juego a perderme como un idiota
sentado al borde de la última gota.
Ya ni la luz abraza mi sombra,
sé que esta noche no estás sola.
No puedo esperar a que tú vuelvas,
ya no puedo cantar a mi manera.
No quiero que nadie me vea así.
No, no, no, sé que esta noche no estás sola.
No, no, no...