Victor Escalona, nacido el 15 de agosto de 1978 en la vibrante ciudad de Buenos Aires, Argentina, creció en un barrio modesto donde la música era el pilar de la comunidad. Desde joven, mostró una inclinación natural por el canto, heredada de su madre, una amante del tango, y su padre, un apasionado del folclore argentino. A los 12 años, Escalona ya se había ganado una reputación local como una prometedora voz en los festivales escolares y eventos comunitarios.
A los 20 años, decidió mudarse a la capital en busca de mayores oportunidades. Fue en Buenos Aires donde empezó a tocar en bares y pequeños escenarios, hasta que un día, su talento fue descubierto por un productor musical que quedó impresionado por su potente voz y su capacidad para interpretar diversos géneros. Este encuentro marcó el inicio de su carrera profesional.
En 2002, lanzó su álbum debut titulado "Raíces de Mi Tierra", una compilación de canciones que mezclaban tango, folclore y rock nacional. La autenticidad y pasión en su voz rápidamente le valieron el reconocimiento en toda Argentina y, posteriormente, en América Latina.
El éxito alcanzado con su primer álbum le permitió acceder a escenarios internacionales. En 2006, realizó su primera gira por Europa, donde actuó en ciudades como Madrid, París y Berlín, conquistando al público con su versatilidad y energía desbordante. Su tercer álbum, "Alma y Pasión", lanzado en 2008, lo consolidó
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Enborracharme en tus canciones
Dejaste que el color de tu mirada,
me insinuara... la palabra
que faltaba pronunciar.
Yo se que mi pregunta fué un lamento,
si pedía que volvieras
era por recomenzar.
Y me quedé prendido en nuestra alcoba, flotando en ilusiones
de papel.
Y me quedé encerrado en mi guitarra tras las cuerdas cual
barrotes de una carcel que invente
CORO
No queda más que emborracharme en tus canciones
aunque me ataque la resaca del olvido
Para beberme sorbo a sorbo lo vivido entre tu yo
atragantarme en sostenidos y bemoles
Y nunca aprenderé a sacar la cuenta ,desde mi punto de
vista la cosa marchaba bien
pensaba que lo nuestro navegaba,
pero el barco se iba hundiendo
se nos mojaban los pies.
Perdona por favor el abandono, más ciego es el que nunca
quiere ver
Me quedaré encerrado en mi guitarra tras las cuerdas
cual barrotes de una carcel que invente
CORO
No queda más que emborracharme en tus canciones
aunque me ataque la resaca del olvido
Para beberme sorbo a sorbo lo vivido entre tu yo
atragantarme en sostenidos y bemoles
No queda más que emborracharme en tus canciones
aunque me ataque la resaca del olvido
Para beberme sorbo a sorbo lo vivido entre tu yo
atragantarme en sostenidos y bemoles