Mil Leguas
Me fumé el corazón que guardé en un cajón de escritorio.
por el mono de verme en las ramas de tu purgatorio.
Que se vistan de gala los ruidos de tu dormitorio.
les invito a cenar a las luces de mi velatorio.
trabajé de botones en hilos de vilo y de insomnio
Y dos cuerdos tejieron recuerdos desde un manicomio.
como vas a llorar a caballo me dijo el demonio,
Si el amor duele más a galope de algún unicornio.
Cuando me hagas la cruz dímelo y yo me pongo la esquela.
Hice un master de olvido y al final dejé la carrera.
me quedaba dormido soñando que ardía a tu vera.
y al final desperté y terminé por arder en tu hoguera.
Me he cansado de romper tableros por creerte la reina del puto ajedrez.
que de tanto chocar con el muro al besarte juro que solo me sabes a pared.
ya me maté por trepar por tu cuello pero si pudiera lo haría otra vez.
si por ahogarme nadando en suspiros todo lo que miro está en ojo de pez.
llevo una espina clavada en el pecho por no ver un lecho en tu espina dorsal.
y la retina estampada en el techo de tanto buscarte una estrella fugaz
Dame una pala y un cubo de tierra y me entierro en las alas de un ave rapaz.
Que prefiera volar en tú guerra a tener que olvidarte anidando en la paz.
Que en mis labios no suenan canciones, tan sólo pedazos.
Se agotaron las pilas del radio de tus antebrazos,
Regalé mis vaqueros a un indio que andaba descalzo,
Y le dije si ves a Cupido me das tú el flechazo.
Ya no quiero ser un marinero en tu boca sin tregua
No hay tijeras para peluqueros de pelos de lengua
Qué hago yo con cadenas de perro implorando perpetuas,
si prefiero ahuyentar a la luna que aullarte a mil leguas.
Tu frontera llamada entrecejo no deja que entre.
Y el visado en tus cejas no sirve en tus dos continentes.
Ojalá que la tierra volviera a nacer nuevamente.
Y al formar la Pangea Tu y Yo fuéramos uno siempre.
Siempre…
Yo estoy en la calle lamento,
En el valle de los besos sedientos
Y tú como bruja dibujas burbujas y empujas que cruja
Mi aguja del tiempo.
Y es que mi cama sin ti es un bordillo
Un ovillo sin lana, una dama sin brillo
Un martillo en la cara, una daga, un cuchillo
Un pasillo con balas buscando un gatillo
Y que venga la muerte a pasar inventario
con el calendario de tus despedidas.
De tanto escribirte la vida en los labios
Saqué un diccionario de besos suicidas.
Quise ofrecerte un camino de rosas
Pegando baldosas de espinas y heridas.
Nunca dejé de sentir mariposas
Aunque cada prosa fuera insecticida
Antes pintabas el agua en mi pozo
Ahora un esbozo de arena y de fuego.
Antes eras cerrajera en mis ojos
Y ahora el cerrojo que encierra mi miedos
Antes pillabas mentiras y cojos
Hoy me recoges en palos de ciego.
Antes pasabas cruzándome en rojo
Pero hoy me atropellas cruzando los dedos.
En mis labios no suenan canciones, tan sólo pedazos.
Se agotaron las pilas del radio de tus antebrazos,
Regalé mis vaqueros a un indio que andaba descalzo,
Y le dije si ves a Cupido me das tú el flechazo.
Ya no quiero ser un marinero en tu boca sin tregua
No hay tijeras para peluqueros de pelos de lengua
Qué hago yo con cadenas de perro implorando perpetuas,
si prefiero ahuyentar a la luna que aullarte a mil leguas.