En el año 1991, la ciudad de Tampa, Florida, vio nacer una de las bandas más influyentes del metal sinfónico: Kamelot. Fundada por Thomas Youngblood, guitarrista de inigualable talento, y el baterista Richard Warner, la banda tenía como propósito combinar melodías complejas, letras profundas y una poesía apasionada que resonara en los corazones de sus seguidores.
Su álbum debut, “Eternity”, lanzado en 1995, no tardó en alcanzar popularidad dentro de la escena del metal. Con canciones como “Black Tower” y “Call of the Sea”, Kamelot empezó a construir una base de seguidores fieles. La inclusión de Mark Vanderbilt como vocalista y Glenn Barry en el bajo aportó un sonido único que empezaría a definir la esencia del grupo.
El segundo álbum, “Dominion”, lanzado en 1997, consolidó su identidad, pero fue con la llegada de Roy Khan, ex-vocalista de la banda noruega Conception, que Kamelot realmente encontró su voz. El álbum “Siége Perilous” (1998) marcó un nuevo capítulo, con canciones más elaboradas y emotivas.
Con la llegada del milenio y el lanzamiento del álbum “The Fourth Legacy” en 2000, Kamelot se superó a sí mismo. El carismático liderazgo de Roy Khan, combinado con el talento compositivo de Youngblood, produjo éxitos inolvidables como “Until Kingdom Come” y “The Shadow of Uther”. Este esfuerzo no solo solidificó su posición en el mundo del metal, sino que también los lanzó a la fama internacional.
The Edge Of Paradise
Desvelado
No lo bastante despierto
Donde el alma conforma
las necesidades más profundas
Libre dentro de los marcos de la custodia
Yo revuelvo mi espíritu y exhalo
EN EL BORDE DE PARAÍSO
QUEMANDO EL VENENO
DE MIS VENAS
INÚTIL... COMPROMETIENDO
MIS SUEÑOS QUE PERMANECEN ALLÍ MISMO
Aliviado pero todavía tan revuelto
En este mundo dentro del otro mundo
La luz de la luna... en las visiones... que envió el cielo
Yo veo como me mira el demonio con las alas desplegadas
EN EL BORDE DE PARAÍSO
QUEMANDO EL VENENO
DE MIS VENAS
INÚTIL... COMPROMETIENDO
MIS SUEÑOS QUE PERMANECEN ALLÍ MISMOS
En el borde de paraíso
Impotente
Yo navego adelante por
la vida minándolo a él
Mi testamento para preguntar ¿por qué?