Sôber es una banda española de rock alternativo y metal que ha dejado una huella indeleble en la escena musical española y europea. Fundada en Madrid en los años 90, la banda ha sido conocida por su sonido potente y melódico, así como por sus letras introspectivas y emocionales. Desde su formación, Sôber ha lanzado varios álbumes que han resonado tanto en críticas como en ventas, consolidándose como una de las bandas icónicas de su género en España.
Sôber nació en 1993, fundado por los hermanos Carlos Escobedo (bajo y voz) y Jorge Escobedo (guitarra). Inicialmente, la formación también contó con Antonio Bernardini en la guitarra y Manuel Reyes en la batería. Bajo el nombre de Sober Stoned, lanzaron sus primeros trabajos en formato demo, caracterizados por un sonido más cercano al grunge y al rock alternativo de la época.
El primer EP, Condensed, fue recibido con entusiasmo en la escena underground, y canciones como "Ceniza" y "Cambiando el destino" empezaron a ganar popularidad. Este inicio prometedor los llevó a cambiar su nombre simplemente a Sôber, una decisión que marcaría el inicio de su camino hacia el éxito.
El año 1999 fue crucial para la banda. Con la llegada de Alberto Madrid en la batería, Sôber lanzó su álbum debut Morfología con el sello discográfico Zero Records. El álbum fue un éxito instantáneo, destacado por singles como "Abstinencia" y "La Prisión del Placer". La combinación de riffs contundentes
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Volaré, Volaré, volaré, volaré
Me escapé de entre las nubes,
y surqué los siete mares,
y debo decir que,
no me arrepiento de nada.
Respiré tu sucio aliento,
como lo hacen los insectos,
buscando refugio dentro de tu sufrimiento.
Quiero poder reunir las ganas para vivir,
y cada mañana lavarme la cara sin ti.
Pronto acostumbraré a verlo todo al revés,
y sólo una daga clavada en la espalda tendré.
soy aquel fugitivo que huye de si mismo,
inventando mundo paralelos.
voy subiendo la montaña,
desde aquí todo es difuso,
la oscuridad no me deja ver nada.
Quiero poder reunir las ganas para vivir,
y cada mañana lavarme la cara sin ti.
Pronto acostumbraré a verlo todo al revés,
y sólo una daga clavada en la espalda tendré.
Sólo eres un trozo de hielo que,
indefenso cae al suelo,
esperando que su cuerpo derrita,
para darse cuenta, que todo desaparece...
En un abrir y cerrar de ojos.
En un abrir y cerrar de ojos.
Quiero poder reunir las ganas para vivir,
y cada mañana lavarme la cara sin ti.
Pronto acostumbraré a verlo todo al revés,
y sólo una daga clavada en la espalda tendré.