El Grupo Recluta emergió en la década de los 90 como un faro de la música regional mexicana, específicamente en el subgénero de la música norteña. Los miembros fundadores, Juan López (vocalista y acordeonista), Carlos Fernández (bajista), Ricardo Méndez (baterista) y Saúl Ramírez (guitarrista), se unieron inicialmente para tocar en pequeños eventos locales en Monterrey, Nuevo León. Pronto se dieron cuenta de que juntos tenían algo especial: una química musical y una habilidad para captar la atención del público que los llevó rápidamente a la popularidad local.
La primera señal de que Grupo Recluta estaba destinado a grandes cosas llegó con el lanzamiento de su álbum debut, "Reclutas del Amor" en 1993. Este álbum no solo mostró su talento musical, sino que también estableció su estilo característico: una mezcla de corridos, rancheras y baladas románticas que resonaron profundamente en los corazones de su audiencia. Canciones como "Amor de Recluta" y "Corazón de Viento" se convirtieron en éxitos instantáneos, obteniendo amplia difusión en la radio y estableciendo al grupo como uno de los actos más prometedores del momento.
A medida que pasaron los años, Grupo Recluta siguió lanzando más álbumes que fueron igualmente bien recibidos. Sin embargo, fue su tercer álbum, "Sueños del Norte" (1996), el que los catapultó a la fama nacional e internacional. Este álbum incluía el éxito "La Ruta del Sol", una canción que se convirtió en un himno para los amantes de la
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Solo Dios sabe por las cosas que pase
Cai me levanté
Llore y pensé en rendirme
Pues de repente el mundo se me derrumbó
Juro en mi pantalón
Yo no traía ni un peso
Dicen que el mundo se hizo pa'l que se animó
Rendirme no fue opción
Nos metimos al ruedo
Y me levanté en armas siempre con un sueño en mente
Pelié por mi familia y también por toda mi gente
Siempre la bendición
De mi madre me hizo fuerte
Me gane la confianza y me Dios muy bien lo sabe
Todo lo que sufrimos lo que tocó batallarle
Elegido de Dios, que vive pa contarles
Aprendí mucho entre las calles fui cabrón
La vida me enseñó
Que debía defenderme
Traigo un fierrito fajado en el pantalón
Aunque me cuide mi Dios le ayudo a defenderme
Cuidado con la boca que es un arma de dos filos
Siempre ando bien pendiente
Soy el que mueve los hilos
Por las buenas amigo
Aquí no hacemos daño ni peleamos por dinero
Si me tocan la sangre se me quita lo sereno
Y cabe recalcar
Que aquí yo soy el bueno