La Reina del Flow es, más que un grupo musical, una serie de televisión colombiana que ha traspasado las pantallas para convertirse en un fenómeno cultural y musical. Este relato nos permite adentrarnos en su fascinante historia, destacando las raíces de la serie, los personajes clave, y su impacto en la industria de la música urbana.
La serie La Reina del Flow fue creada por Claudia Sánchez y Said Chamie. Se estrenó en junio de 2018 en la señal de Caracol Televisión, y aunque inicialmente era un proyecto más dentro del extenso catálogo de telenovelas colombianas, rápidamente capturó la atención del público.
Esta serie combina drama, romance y música, situándose en el vibrante universo del reguetón y la música urbana. La protagonista, Yeimy Montoya, interpretada por la talentosa actriz y cantante Carolina Ramírez, es una joven promesa musical que anhela triunfar en el competitivo mundo del reguetón.
Yeimy Montoya, una joven compositora de Medellín, sufre una traición por parte de su amigo Charly Flow, encarnado por Carlos Torres, quien la entrega a la policía, haciendo que pase 17 años en una prisión de Nueva York por un delito que no cometió. Tras su liberación, Yeimy regresa con una nueva identidad, Tamy Andrade, para tomar venganza y reclamar lo que le pertenece.
La serie se desenvuelve en un paisaje de música, traición, amor y emociones intensas, en donde cada personaje aporta un hilo
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Y me he enredado siempre entre algas
Maraña contra los dedos
Cierras la madeja
Con el fastidio del destino
Y el mordisco lo dan otros
Encías ensangrentadas
Miradas de criminales
A grandes rasgos, podrías ser tú.
Echar el ancla a babor
Y de un extremo la argolla
Y del otro tu corazón
Mientras tanto, te sangra
Y el mendigo siempre a tu lado
Tu compañero de viaje
Cuando las estrellas se apaguen
Tarde o temprano, también vendrás tú
Duerme un poco más
Los párpados no aguantan ya
Luego están las decepciones
Cuando el cierzo no parece perdonar
Sirena vuelve al mar
Varada por la realidad
Sufrir alucinaciones
Cuando el cielo no parece escuchar
Dedicarte un sueño
Cerrar los ojos y sentir
Oscuridad inmensa
Entregado a una luz, como un
Laberinto de incertidumbre
Esquivas la pesadilla
Y sobrevolar el cansancio
Y en un instante, en tierra otra vez
El miedo a traspasar la frontera
De los nombres, como un extraño.
Dibuja la espiral de la derrota
Y oscurece tantos halagos.
Sol, en la memoria que se va...
Y duerme un poco más
Los párpados no aguantan ya
Luego están las decepciones
Cuando el cierzo no parece perdonar
Sirena vuelve al mar
Varada por la realidad
Sufrir alucinaciones
Cuando el cielo no parece escuchar