Manolo Tena, nacido como Manuel de la Peña Tena el 21 de diciembre de 1951 en Benquerencia de la Serena, provincia de Badajoz, España, es una figura icónica en la historia de la música española. Desde muy joven, mostró un interés inmenso por la música, explorando las profundidades del rock, el blues y la poesía urbana. Fue en Madrid donde dio sus primeros pasos importantes en el mundo de la música, al trasladarse allí durante su adolescencia junto a su familia.
Su carrera profesional comenzó a tomar forma en los años 70, cuando se unió a la banda Cucharada. Este grupo, conocido por sus letras comprometidas y su fusión de rock y teatro, se convirtió en un símbolo contracultural durante la transición española. Con temas como "Social Peligrosidad", Manolo Tena empezó a capturar la atención por su estilo único y letras contundentes.
A finales de los 70 y principios de los 80, Manolo Tena fundó Alarma!!!, una banda de rock que consolidó su reputación. Sus canciones, llenas de crítica social y auténtica energía rockera, marcaron una época. Veinte años después, en 2002, lanzarían el álbum Carne para la Picadora, un testimonio de su legado musical.
En 1992, Manolo Tena lanzaría uno de los trabajos más importantes de su carrera en solitario, Sangre Española. Este álbum, que contiene temas inolvidables como "Tocar Madera" y "Sangre Española", catapultó a Tena
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Se te nota en tu mirada la tristeza
Que te besa en la mañana al despertar
Que dijiste adiós a tu deber
Para reír, para mentir
A tu ilusión
Es inútil luchar contra el destino
Nunca en esta vida se acaba de aprender
A perder en el amor
Y así vivir es una manera de morir
La eternidad
Yo no entiendo de engaños
Solo pasan los años
Y las caricias de los amantes
Si son de amor consuelan
Y si son falsas caricias
Tal vez siempre les duelan
Cada mañana y cada noche
Tal vez para siempre les duelan
Hoy menos que mañana
Pero mucho más
La vida por delante
Es inútil luchar contra el olvido
Nunca en esta vida se acaba de aprender
A perder en el amor
Y así vivir es una manera de morir
Toda la eternidad
Yo no entiendo de engaños
Solo pasan los años
Y las caricias de los amantes
Si son de amor consuelan
Y si son falsas caricias
Tal vez siempre les duelan
Cada mañana y cada noche
Tal vez para siempre les duelan
Hoy menos que mañana
Pero mucho más
La vida por delante
Hoy menos que mañana
Pero mucho más
La vida por delante