Nacido en la vibrante escena musical de Wasilla, Alaska, Portugal. The Man ha marcado su lugar en la historia del rock indie con una trayectoria fascinante y cargada de innovación. La banda, conocida por su nombre intrigante y propuesta artística única, ha cautivado a millones de fans alrededor del mundo con su energía contagiante, letras profundas y un estilo musical que no conoce fronteras.
Formada en 2004, la banda se originó a partir de un proyecto musical anterior conocido como Anatomy of a Ghost, donde varios de los miembros actuales colaboraron por primera vez. John Gourley, líder y voz principal, junto a Zach Carothers, bajista, decidieron emprender un nuevo rumbo. Su objetivo era claro: explorar y experimentar con sonidos que fueran auténticos y resonaran con su propia visión artística.
A diferencia de muchas bandas en sus inicios, Portugal. The Man optó por una estrategia audaz. Lanzaron su primer álbum, “Waiter: ‘You Vultures!’” en 2006 de manera independiente. El disco fue recibido con entusiasmo por la crítica y una creciente base de fanáticos, quienes quedaron fascinados con su fusión de rock psicodélico y elementos electrónicos.
Con cada lanzamiento, Portugal. The Man fue forjando una identidad única. Sus siguientes trabajos, "Church Mouth" (2007) y "Censored Colors" (2008), continuaron experimentando con sonidos más crudos y orgánicos, permitiendo al grupo consolidar su reputación como una banda versátil y en constante evolución. La mezcla de influencias, que
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Rojo y gris
Es normal, volverse a tropezar,
si consideras la cantidad de piedras
que han de rodar.
Es normal, tus manos ensuciar,
lo importante es saber reconocerlo
Y construir de rojo y gris
nuestros puentes sólidos y amplios
y destruir, con puño, el fin
de los parques de olivo amargo, son tantos
Sin olvidar,
porque pasaron de cimiento a sal.
Es mas a siempre recordar
con tu sonrisa, blanca, blanca,
aunque sea corcheteada
Y construir de rojo y gris
nuestros puentes sólidos y amplios.
Y destruir, con puño, el fin
de los parques de olivo amargo, son tantos
Es normal, volverse a equivocar