Funambulista es la encarnación del talento y la emoción del artista español Diego Cantero, nacido el 29 de mayo de 1982 en Molina de Segura, Murcia. Desde pequeño mostró un gran interés por la música. Hijo de músicos, la música corría por sus venas. A los 14 años, Diego ya componía canciones, influenciado por una gran variedad de estilos, desde la música clásica hasta el pop contemporáneo.
En 2000, a los 18 años, Diego lanzó su primer álbum en solitario titulado “Cuentos”. Este trabajo le permitió ganar experiencia y notoriedad en el ámbito musical español. Sin embargo, no fue hasta 2009 que decidió adoptar el nombre artístico de Funambulista, iniciando así un nuevo capítulo en su carrera.
Funambulista debutó oficialmente en 2010 con el álbum homónimo “Funambulista”. Este primer trabajo bajo su nuevo alias marcó la pauta de lo que sería su estilo: una mezcla de pop y canción de autor, con letras que destilan sentimientos profundos y melodías que acarician el alma.
El disco fue bien recibido tanto por el público como por la crítica. Canciones como “Cálido y Frío” y “Ya Verás” se convirtieron en éxitos que le abrieron las puertas de numerosos festivales y eventos musicales en toda España.
En 2014, Funambulista lanzó su segundo álbum de estudio, “Quédate”. Este disco consolidó a Diego Cantero como uno de los grandes referentes del pop en español. La canción que da título al álbum, “Quédate”, así
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Sólo luz
Somos sólo luz,
dos cobardes que no encuentran la manera,
dos idiotas que no saben cómo hacer
una vida con la vida que les queda.
No hicimos pie, y casi nos ahogamos sin saber qué hacer,
los dos nos abrazamos sin tenernos fe,
sin tenerlo nada claro.
Hay lodo y humedad por encima de todo
y una foto con cara de bobos
y el rencor al dolor del amor que no acaba del todo.
Hay nada, la presión contra el pecho y las alas,
tu mirada entre tantas miradas,
la razón de que no se cruzaran es sólo un misterio que
no vale nada.
Somos sólo luz,
personajes que abandonarán la escena,
y el cuento que ha vuelto a ocurrir,
no nos quedan ya finales ni inocencia.
No hicimos pie, y casi nos ahogamos sin saber qué hacer,
los dos nos abrazamos sin tenernos fe,
sin tenerlo nada claro.
No hicimos pie, y casi nos ahogamos sin saber qué hacer,
los dos nos abrazamos sin tenernos fe,
sin tenerlo nada claro.
Hay lodo y humedad por encima de todo
y una foto con cara de bobos
y el rencor al dolor del amor que no acaba del todo.
Hay nada, la presión contra el pecho y las alas,
tu mirada entre tantas miradas,
la razón de que no se cruzaran es sólo un misterio que
no vale nada.
Somos sólo luz,
personajes que abandonarán la escena,
dos idiotas que no saben cómo hacer
una vida con la vida que les queda.