La Trampa es una influyente banda de rock uruguayo que se formó en 1990 en Montevideo, la capital del país. Su formación original estuvo compuesta por Alejandro Spuntone en la voz, Garo Arakelián en la guitarra, Fernando Almeida en el bajo y Marcelo Oliveira en la batería. Desde sus primeros días, el grupo mostró un talento inusual para mezclar letras profundas y guitarras potentes, ganando rápidamente la atención del público local.
En 1991, La Trampa lanzó su primer demo, titulado Toca y Obliga. Este trabajo inicial les permitió darse a conocer en el circuito underground de Montevideo. Las canciones del demo presentaban una interesante fusión de rock, punk y elementos del folclore uruguayo, lo que les proporcionó una base de seguidores apasionados.
Aunque su primer álbum oficial, La Trampa (1992), no logró captar gran atención, el lanzamiento de su segundo álbum, Calaveras en 1994, marcó un punto de inflexión en su carrera. Con canciones como "Caída Libre" y "Los Dientes del Perro," este álbum consolidó su reputación en la escena del rock uruguayo. La lírica introspectiva y el sonido robusto de Calaveras resonaron profundamente con el público joven de la época.
Durante la segunda mitad de los años 90, La Trampa continuó su evolución musical. Su álbum Resurrección, lanzado en 1996, es considerado uno de los trabajos más importantes de su carrera. Con este material, la banda exploró temas
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Tengo los brazos al cielo abiertos
Como las ramas de la araucaria
Soy el arraigo y el sacramento
Y el sol entibia mi cara al viento
Cae mi nombre en tierra blanda
Donde se hunde, hunde y hunde
Y el sol me abrasa y quiero ver
Cómo me funde, funde, funde
Que lo que siento no es lamento
Del fruto abierto no me arrepiento
Que lo que alcanzo es mi propia luz
Mi primer nombre, tu aliento
Que lo que dejo es mi cuerpo hoy
Sangre en la tierra, buscando voy
Tengo los brazos al cielo abiertos
Como las ramas de la araucaria
Aire del bosque, tierra sin dueño:
Con sólo el cielo no me sostengo
Otra noche y la luna no descansa
Y el suelo enfría, enfría, enfría
Piedra fría, tierra mía:
Guárdenme la vida
Que lo que siento no es lamento
Del fruto abierto no me arrepiento
Que lo que alcanzo es mi propia luz
Mi primer nombre, tu aliento
Que lo que dejo es mi cuerpo hoy
Sangre en la tierra, buscando voy