Raúl no es solo un cantante; es todo un fenómeno de la música latina. Nacido el 14 de junio de 1985 en la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, Argentina, Raúl Fernández mostró su pasión por la música desde una edad temprana. Hijo de un profesor de historia y una poeta, Raúl creció en un ambiente donde la cultura y el arte eran elementos fundamentales.
La influencia de sus padres lo llevó a descubrir diversos estilos musicales, desde el tango y la milonga, hasta el rock nacional y la música clásica. Raúl recibió su primera guitarra a los 7 años y ésta se convirtió rápidamente en su compañera inseparable.
El talento de Raúl no pasó desapercibido. A los 15 años, formó su primera banda de rock junto a algunos amigos de la escuela, llamada Los Alquimistas. Interpretaron en bares locales y escuelas secundarias, ganándose un pequeño pero leal grupo de seguidores.
Su gran oportunidad llegó en un concurso de talentos a nivel nacional en 2004, donde su banda ganó el primer lugar. Esto atrajo la atención de varios productores y pronto Raúl fue invitado a grabar un demo como solista, lo que marcó el comienzo de su carrera profesional.
En 2006, Raúl lanzó su primer álbum como solista titulado Voces del Alma. El disco fue un éxito rotundo en Argentina y América Latina, gracias a singles como "Libre como el Aire" y "Sin
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Aunque me tientes con tu piel
Aunque tus besos me seduzcan
Sé bien que sólo es mi ilusión
Que siembra farsa, miedo y dudas
Me siento un loco jugador, que va buscando su fortuna
Labios, cuerpo y corazón
Que llenan arcas de lujuría
Y así no puedo seguir, así no quiero vivir
Me conformo con un beso
Porque el resto está prohibido
Me conformo con mirarte, engañarme
Y desearte una vez más
Me conformo con tenerte
Aunque sólo sea en mis sueños
Prometiéndome a mi mismo
Que mañana al despertar
Volveré a la realidad
Aunque mi mente diga no
El corazón lo ponga en duda
No debo ser un soñador
Que va perdiendo la cordura
Creé una historia irreal
Basada en falsas esperanzas
Transtornos de la realidad
Pecados que engañan al alma
Y así no puedo seguir, así no quiero vivir
Me conformo con un beso
Porque el resto está prohibido
Me conformo con mirarte, engañarme
Y desearte una vez más
Me conformo con tenerte
Aunque sólo sea en mis sueños
Prometiéndome a mi mismo
Que mañana al despertar
Volveré a la realidad