En el vibrante corazón de la Ciudad de México, a mediados de 2012, surgió una banda que pronto cautivaría a los amantes del rock alternativo: Reyno. Formada por Christian Jean (voz y guitarra) y Pablo Cantú (batería y coros), Reyno logró capturar la esencia de la música etérea contemporánea, mientras ofrecía una perspectiva fresca y mágica. Su combinación única de letras introspectivas y melodías envolventes rápidamente les ganó una base de seguidores devotos.
En 2014, Reyno debutó con su primer álbum de estudio, Viaje por lo Eterno. Este disco resonó profundamente con el público, ofreciendo una colección de canciones que exploraban temas como el amor, la introspección y la búsqueda del significado. Temas como "Levedad" y "Fluye" rápidamente se convirtieron en himnos para los fans, destacando por su lírica poética y sus cautivadoras atmósferas sonoras. La prensa especializada también elogió el álbum, destacando la madurez y sofisticación de su sonido, algo inusual para una banda debutante.
El éxito de su primer álbum llevó a Reyno a realizar una serie de conciertos en distintas ciudades de México, y cada presentación confirmaba su creciente popularidad. La banda se destacaba no solo por su música, sino también por su habilidad para crear una conexión emocional con su audiencia. Los conciertos de Reyno eran experiencias casi místicas donde la música y las emociones se entrelazaban, haciendo que
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No Olvidé
Déjalo, que todo tiene una razón de ser
No pienses tanto
Suéltalo, y mira el horizonte amanecer
A mi lado
No olvidé la sensación de tu respiración
Sobre mi haciéndome sentir mejor
Miranos como si fuera la última vez
No tengas miedo
Quédate mirando el horizonte florecer
Milagro
No olvide la sensación de tu respiración
Sobre mi al ritmo de mi corazón
No olvide la sensación de tu respiración
A mi lado
Cambiaré la realidad para volverte a ver
Y vuelvo a despertar de un sueño irreal
En una historia sin final
Parece que no encuentro forma de dejarte atrás
Miranos como si fuera la última vez