Rulo y la Contrabanda es una banda de rock originaria de España, liderada por Raúl Gutiérrez, conocido artísticamente como Rulo. Nacido el 21 de agosto de 1979 en Reinosa, Cantabria, Rulo comenzó a explorar su pasión por la música desde una edad temprana. Su interés por el rock creció con el paso de los años y finalmente lo llevó a formar parte de varios proyectos musicales antes de consolidar su carrera.
En los primeros años de su trayectoria, Rulo fue el vocalista y principal compositor de la banda La Fuga, con la que alcanzó un considerable éxito en el circuito del rock español. Sin embargo, en 2009, Rulo decidió emprender un nuevo camino y se separó de La Fuga, dando así origen a su nuevo proyecto: Rulo y la Contrabanda.
En 2010, Rulo reunió a un grupo de talentosos músicos para formar Rulo y la Contrabanda. Los primeros integrantes incluyeron a Fito Garmendia en la guitarra, Karlos Arancegui "Txarli" en la batería, Dani Baraldés "Pati" en la guitarra y Adolfo Garmendia "Fito" en el bajo. Juntos, comenzaron a trabajar en su primer álbum, que se lanzó en 2010 bajo el título Señales de Humo.
Señales de Humo marcó el inicio de la nueva etapa de Rulo y la Contrabanda, consolidando al grupo como una fuerza emergente en el panorama del rock español. El álbum fue bien recibido por crítica y público, destacando por su frescura y por mantener la esencia del rock melódico
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El mejor veneno
Una batalla perdida antes de empezar.
Diez horas de viaje para dos volar.
Ver los rayos de sol llegando a la habitación.
Volver a jurarte de nuevo: esto se acabó.
Los hoteles de paso sin pedigre.
Pisar de nuevo las tablas dispuesto a morir.
Soñar con esa canción que luego nunca llegó.
Veinte años después casi nada cambió.
[Estribillo]
Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno
cantar siempre sera el mejor veneno
tener vocación masoquista, también de malabarista
nunca decir adiós, siempre hasta la vista.
La bendita locura de ser Peter Pan.
Los dolores de huesos al despertar.
Saltan siempre sin red, brindar sin tener sed
y un saco de secretillos que no contaré.
Los amigos ausentes. Las resacas homicidas.
El cartel de "no molesten". Las malditas despedidas.
Las ojeras en el alma. El menú de la cuneta.
Los aeropuertos sin calma. Despegar en furgoneta.
El teléfono que arde. Las cortinas asesinas.
Llegar a todo tarde. No conocer rutina.
Olvidar todos los nombres. Recordar alguna cara.
Y con un mucho de suerte llegar ileso a casa.
El oficio que te escoge. El veneno que te atrapa.