Lourdes Hernández, conocida artísticamente como Russian Red, se ha ganado un lugar prominente en la escena musical española y global. Su cautivadora voz y su estilo folk indie han resonado fuertemente con el público desde sus primeros pasos en el mundo de la música. A lo largo de su carrera, Russian Red ha demostrado una habilidad única para conectar con las emociones de los oyentes, haciendo de cada canción una experiencia memorable.
Lourdes Hernández nació en Madrid el 20 de noviembre de 1985. Desde joven, mostró un interés profundo por la música, una pasión que la llevaría a descubrir su talento innato para cantar y componer. A los 21 años, adoptó el nombre de Russian Red, un apodo inspirado en un tono de pintalabios de la marca MAC.
Comenzó a darse a conocer a través de sus presentaciones en pequeños clubs y cafés de Madrid. Su voz distintiva y melancólica rápidamente captó la atención de los asistentes. En 2008, lanzó su primer álbum titulado 'I Love Your Glasses', el cual recibió elogios tanto de críticos como de audiencias. Canciones como 'They Don’t Believe' y 'Cigarettes' se convirtieron en himnos del nuevo folk español.
El éxito de su primer álbum le permitió ganar una base de fans sólida y empezar a actuar en numerosos festivales de música. En 2011, lanzó su segundo álbum, 'Fuerteventura'. Este trabajo consolidó su posición en la industria musical y expandió
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Walls Are Tired
Las paredes están cansadas
Las paredes están cansadas, de mantener los mismos viejos techos
Las palabras han encontrado su modo de quedarse dentro
Y no dejan salir sentimientos
Está mal escrito pero los versos dicen que ella está loca y es espeluznante
Y el resto de cosas en cierto modo conocemos
Dicen que nunca volverá a haber una chica como ella
Con sus calcetines altos hasta sus rodillas y su obsesión
por las abejas
Y con sus ojos que utiliza para tocar
Todo, todo lo que mira
Las tazas están cansadas de estar llenas del mismo café
El suelo no puede aguantar a la gente pisando, ni siquiera
dirán "lo siento".
Dicen que nunca volverá a haber una chica como ella
Con sus calcetines altos hasta sus rodillas y su obsesión
por las abejas
Y con sus ojos que utiliza para tocar
todo, todo lo que mira
No te quedes mucho tiempo mirándola a los ojos