La cabeza y el juicio
Me gustaría
que pudieras contarme,
cómo he perdido
la batalla conmigo.
Que ya no perdono
mi propio delirio,
que se me está yendo
la cabeza y el juicio.
Muy poquito a poco,
pero yo lo noto,
muy poquito a poco,
pero yo lo noto.
Si vienes a verme
llévame contigo,
que llevo tu sombra
clavada conmigo.
Me gustaría,
tal vez desahogarme;
pero no concibo
hacerlo contigo.
Que voy por delante
y tú quieres tu parte,
para anticiparte
al juicio constante.
Que sigo teniendo,
un poquito de aguante,
no vas a encontrarme
en las calles de antes;
ya llegas tarde.
Si vienes a verme
llévame contigo,
que llevo tu sombra
clavada conmigo.
Muy poquito a poco,
pero yo lo noto
muy poquito a poco,
pero yo lo noto.
Si vienes a verme
llévame contigo,
que llevo tu sombra
clavada conmigo.