La Polla Records es uno de los grupos más icónicos de la historia del punk en España. Fundado en 1979 en un pequeño pueblo del País Vasco llamado Agurain (Salvatierra), la banda se define por su estilo provocador, sus letras combativas y su actitud desafiante. A lo largo de su carrera, La Polla Records ha dejado una huella profunda en la música y la cultura española, convirtiéndose en un referente del punk y en una influencia para numerosas bandas posteriores.
La banda fue fundada por Evaristo Páramos, conocido simplemente como Evaristo, junto con su amigo Maleguin, a quienes pronto se les unirían Sume, Fernandito y Txarly. Inicialmente, no tenían grandes pretensiones; sin embargo, su estilo y sus letras llenas de crítica social rápidamente captaron la atención. La Polla Records se sumergió en la escena underground del punk vasco, destacando por su actitud rebelde y su rechazo a las normas establecidas.
Después de varios conciertos locales y un demo, en 1984 lanzaron su primer álbum, Salve. Este disco los catapultó a la fama gracias a canciones como "Txus" y "Salve" que se convirtieron en himnos de la contracultura juvenil. Combinaron humor sarcástico con agudas críticas políticas y sociales, ganando una base de seguidores fiel que conectaba con su mensaje irreverente.
En los años siguientes, La Polla Records lanzó varios discos que consolidaron su posición en el panorama musical. Entre estos destacan Revolución (1985) y No somos nada (1987). Su estilo, que combinaba
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Voy arrastrando mi decepción
de un escenario a otro escenario.
Voy arrastrándome sin nada que decir
y lo que digo te lo tienes bien sabido.
Yo no soy joven yo soy muy viejo
ríete de mí que soy tu espejo.
Tú y yo estamos bajo control.
Romper es nuestra única venganza.
Vamos arrastrando nuestra ruína
estamos demostrando que nada nos motiva.
Somos pequeñas bombas de odio
es nuestra única solución
Somos sobras de esta civilización.
Montando bronca nos desahogamos.
Cuanto más fuerte más molestamos
no quieren vernos pero aquí estamos
marcando nuestra pequeña venganza.
Vamos arastrando nuestra ruína
estamos demostrando que nada nos motiva,
nada nos mueve,
no hay esperanza.
¡Venganza!