Nacido en las calles vibrantes de la Ciudad de México, El Pinche Brujo no es solo un nombre; es un fenómeno cultural. Su verdadero nombre es Juan Carlos Reyes, pero para sus seguidores y la escena urbana, siempre será conocido como El Pinche Brujo. Desde joven, Juan mostró un interés innato por la música, influencia directa de una familia que amaba la poesía y la música tradicional mexicana.
A temprana edad, El Pinche Brujo comenzó a escribir sus primeras rimas, inspirado por los sonidos de su barrio y las historias de su gente. A los 15 años, formó su primer grupo de hip-hop, Los Hechiceros del Barrio, donde comenzaron a ganar notoriedad en escenarios locales.
El gran salto a la fama llegó en 2010 con su primer álbum en solitario “Brujería Urbana”. Este trabajo combinaba ingeniosamente letras potentes con ritmos pegajosos, ganando rápidamente la atención de críticos y aficionados. Fue entonces cuando empezaron a llegar las invitaciones para participar en festivales importantes y abrir conciertos para artistas consolidados.
El Pinche Brujo es conocido por su capacidad para fusionar el hip-hop con ritmos tradicionales mexicanos, creando una mezcla única que resuena fuertemente con una audiencia diversa. Desde el primer momento, su estilo distintivo y su capacidad para contar historias urbanas de forma vívida lo establecieron como un innovador en la industria.
A lo largo de su carrera, ha lanzado múltiples álbumes que no
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Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia
Busco una mirada, cada momento, en todas partes
Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca
Que haga algo que yo mismo tampoco haría sin dudarlo.
Y solo sé que no puedo estar;
Si tú te vas, mi casa voy a quemar.
Mi chica está tan sola que busca el centro de la calle.
Su puerta y su mirada siempre abiertas de par en par.
Y sola, sé que no puede estar;
Y ahora sé que sé perder.
Y al final, sólo envidia y ambición;
Y ya sé que sin buscar no encontrar.
Paso al loco de la calle
Paso al ansia de vivir.
Mi cuarto es tan pequeño que nunca encuentro sus esquinas
Desde que tú te has ido, se ríe de mi la soledad;
Te espero en los caminos y te confundo a todas horas.
Y solo sé que no puedo estar;
Si tú te vas, mi casa voy a quemar.
Y al final, sólo envidia y ambición;
Y ya sé que aunque busque nunca encontraré.
Paso al loco de la calle.
Paso al ansia de vivir.