En el vibrante entorno urbano de Berlín, en el año 2010, nació Xenon, una banda que cambiaría la escena musical de manera radical. Fundada por el carismático líder y vocalista Maximilian Schneider, y compuesta por Anna Becker en el teclado, Jonas Kessler en la batería y Lucas Müller en el bajo, Xenon emergió de las sombras para convertirse en un ícono del electropop y synthwave.
Maximilian, un ferviente amante de la música electrónica desde temprana edad, dedicó su adolescencia a jugar con sintetizadores y software de producción musical. Su pasión y talento atrajeron a Anna, Jonas y Lucas, quienes compartían su visión de crear un sonido que desafiara los límites convencionales.
En 2012, Xenon lanzó su álbum debut "Neon Horizons", una obra maestra que capturó la imaginación del público y la crítica. El sencillo principal, "Electric Dreams", rápidamente ascendió en las listas de éxitos gracias a su mezcla hipnótica de melodías electrónicas y letras introspectivas.
Con una producción visualmente impactante, Xenon se distingue no solo por su música, sino también por sus espectáculos en vivo, que combinan lo auditivo con un despliegue de luces y visuales impresionantes. Su estética futurista y sus letras, que abordan temas como el amor, la soledad y la búsqueda de identidad en un mundo digitalizado, resonaron profundamente con una audiencia joven y diversa.
El éxito de "Neon Horizons" abrió las puertas a una gira mundial que consolidó a Xenon
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Confianza ciega (con Aika)
Ay dios mío, si tan solo tú supieras,
cuanto tiempo he perdido recorriendo carreteras,
besando tu bandera, escondiendo nuestra fecha,
acusandote de mala cuando el daño daba fuerza.
Y que poco queda, en esta vida,
que poco por cambiar que vacía tu saliva.
El sexo nos hizo uno, el amor era el más puro
y te juro, yo te juro que mordía tras tu culo.
Nunca fui de chulo, nunca dí razones.
Y aquí me ves como al principio pidiendo explicaciones.
Supongo que no tienes, como no tuviste vista,
me considero artista por tu obra de amatista y,
deja que viste lo que tú has desnudado y,
deja que insista, el tiempo a perdonado.
Ahora soy el fuerte, aguantando como besas,
las promesas que me hiciste y que mentiste hasta que duelan.
Estribillo.
Y dime que puedo hacer,
ya me canse de creer,
que lo nuestro podría ser,
diferente.
Ahogaste mi corazón,
no tuviste compasión,
ya no creo en el amor,
lo rompiste todo.
Quiéreme, quiéreme, quiéreme al que más,
abrazado como a un niño a una copa de cristal.
La confianza es como un puzzle, a veces cuesta encajar,
pero pierde una de las piezas y jamás completará.
La mitad de lo que digo chica ya te sonará,
es el pacto que me hiciste y que ahora tengo que borrar.
Somos el tiempo amargo y más dulce que ahora queda,
las mentiras en tu labios saben bien cuando las besas y,
quizás me quede fuera, tu me culpaste,
echaste todo en mi, incluido tu desastre.
No sé muy bien que hacer con todo lo que tengo,
he llorado hasta doler, he sufrido mi propio infierno.
Han llovido melodias todo el tiempo,
en pensar que no eras tú, que volvería a ser perfecto.
Joder tú que me has hecho, no has dejado nada intacto,
has destrozado un corazón que por ti creaba infartos, vamos,
dame tu mano y, salte fuera.
Aléjate de éste iceberg que con tus manos hoy congela,
se te hiela, ver mi aliento moribundo.
Y que hacerle joder, que hacer si tu eras mi mundo.
Escríbele poesías, arrópale en la cama,
mataría monstruos por ti y el monstruo vestía de prada.
¿Qué quedaba? Qué quedaba.
De lo nuestro.
Es inútil escribirte, estabas ciega y yo tan tuerto.
Estribillo.
Y dime que puedo hacer,
ya me canse de creer,
que lo nuestro podría ser,
diferente.
Ahogaste mi corazón,
no tuviste compasión,
ya no creo en el amor,
lo rompiste todo.