Originarios de Guadalajara, Jalisco, la banda Golden Ganga ha capturado la esencia del reggae fusionándolo hábilmente con el rock, el rap y otros géneros musicales latinos. Desde sus humildes comienzos hasta su ascenso a la fama, su historia es un testimonio de dedicación, creatividad y pasión por la música.
La historia de Golden Ganga comienza en la década de los 2000 en la vibrante ciudad de Guadalajara. El grupo se formó de manera orgánica, como resultado de la amistad y el amor compartido por la música entre sus miembros fundadores: Eddie, Tito, Victor, Ruckel, Roy y Gabriel. Cada uno de ellos provenía de diferentes contextos musicales, pero encontraron un punto en común en el reggae y la música latina.
Desde el principio, la banda mostró una fuerte afinidad por mezclar diferentes estilos musicales, lo que se reflejó en sus primeras composiciones. Estas canciones eran el resultado de sesiones de improvisación en pequeños estudios y garajes, donde los jóvenes músicos se reunían para experimentar y crear.
En el año 2007, Golden Ganga lanzó su primer álbum homónimo Golden Ganga, que rápidamente llamó la atención en la escena musical local. Con temas como “Nadie se mueve” y “Bella mañana”, el álbum presentaba letras conscientes y ritmos pegajosos que se convirtieron en himnos entre los jóvenes.
Este debut les permitió presentarse en diversos escenarios de Guadalajara y alrededores, ganando poco
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[Letra de "Algo Bien" ft. Rafael Lechowski]
[Verso 1: Adán Nuñez]
Transforma tus estructuras, quítate las ataduras
Cúrate de la tortura de tu dura postura, respira
Mantén tu mente en el presente
Siente el viento que sopla de frente
Es sorprendente que aunque siempre es diferente
La vida es este instante
Me parece fascinante la sutil belleza en la naturaleza
Y cómo pasa desapercibida en esta vida
Mi alma yace agradecida y canta a la diversidad
Mientras la libertad, cede su voluntad, por la necesidad
De encajar en sociedad, ante la tempestad
Ámate en prioridad, busca la claridad
Que la empatía constituya la suprema forma de la inteligencia humana
Vamos a abrir una nueva ventana:
Bienaventurado todo aquel que ama
[Puente: Rafael Lechowski]
Afortunado en el amor todo aquel que se ama
[Verso 2: Rafael Lechowski]
Hasta los treinta y tres años viví muerto
Educado en el pesimismo, acostumbrado al sufrimiento
No soy un iluminado, soy un ser despierto
Cualquiera puede despertar, es más: nacemos despiertos
Y poco a poco nos vamos durmiendo, perdiendo en el yermo
Ardiendo en el vértigo del tiempo
Hay que agradecer el gesto, no envidiar al resto
Y, por supuesto, aprender a desear lo que ya es nuestro
Otros persiguen la felicidad
En un exhibicionismo virtual donde no muestran la verdad
Del sinsentido vital de este mundo global
En el que, al final, son todos desdichados por igual
Pensé que el espectador me abandonó en la hambruna
Hoy vengo a darle las gracias pues me salvó de la gula
Tú no obras por amor, buscas el clamor de la grada
Esforzándote en agradar a quien ni siquiera te agrada
Mas mi sílaba es sagrada
Saliva de mi alma, herida que me salva
Y no pienso venderla por nada
Puedes tener todo y no ser feliz
De hecho, ocurre con frecuencia porque el tesoro está en ti
Y no en los trofeos mundanos
No en lo que tocan tus manos sino por lo que eres tocado
No eres diminuto, eres porción de lo infinito
Eres la vida tras el luto, tú eres la semilla y el fruto
Así que antes de que se consuma el pábilo, agradece el pábulo
Inocente párvulo, cada día un espectáculo
[Verso 3: A.C.O.]
¿Por qué no ves lo que miras? No oyes lo que escuchas
No tocas lo que sientes y te apartas de la lucha
Mucha dicha se te escapa, estás buscando capa
Y no vuelas con tus alas, así el tiempo se resbala entre tus dedos
Sin siquiera darte cuenta hay algo nuevo, en cada amanecer
Corazón ansioso, cerebro ambicioso
Permítete tristezas en un mundo mentiroso
Donde ríen para que piensen que se ríen cuando por dentro de deprimen
Si hasta se olvidan por qué ríen al final
Estabas buscando los extremos de la tierra
En las nubes, en los mares, en la costa, selva y sierra
La felicidad de la que hablaban los murmullos
Y siempre estuvo palpitando dentro tuyo
Y siempre estuvo palpitando dentro tuyo
Y siempre estuvo palpitando dentro tuyo
[Verso 4: Charles Ans]
Es otra noche más que tiro estos dados
Cantarle al amor, eso sí es complicado
Entre el odio y el amor hay un paso delgado
Tú por mí, yo por ti, no es tan desquiciado
Tu swing, tu don, tu zona...
Estoy menos vacío cuando cuidas mi persona
Este flow, este ron, ese aroma...
Te quiero de Hermosillo a Barcelona
No quiero ser otra alma vacía
Quiero gritar: "¡Te quiero!" a plena luz del día
Busco paz, busco fuerza, compañía...
Si me toca elegir, puedes ir a dormir tranquila
Esto es puro, es pulcro, es magia
Es medicina que no sale de farmacias
Aprende de lo bueno, aprende de las desgracias...
Mamá decía: "Nunca olvides dar las gracias"