Costa es un nombre que resuena con fuerza en la escena del rap español. Conocido por su estilo crudo y auténtico, este artista ha sabido ganarse un lugar destacado en el panorama musical, llevando su voz más allá de las fronteras de su país natal. A lo largo de su carrera, Costa ha demostrado ser mucho más que un simple músico; es un narrador de historias de la calle que no deja indiferente a nadie.
Nacido en Madrid en 1984, Creisi, el verdadero nombre de Costa, comenzó a involucrarse en la música desde una edad temprana. Creció rodeado de las influencias del rap estadounidense y los sonidos urbanos que resonaban en los barrios periféricos de la capital española. Desde muy joven, Costa mostró un gran interés por las letras y las rimas, lo que le llevó a empezar a escribir sus propias canciones.
El salto a la escena profesional no fue inmediato. Costa comenzó participando en batallas de freestyle y grabando sus primeras maquetas de manera casera, lo que le fue dando reconocimiento en el circuito underground. Este periodo inicial forjó su estilo, caracterizado por letras densas y un lenguaje sin censura que retrataba la realidad de las calles madrileñas.
En 2007, Costa lanza su primer álbum de estudio, “Chocolate”, una obra que marcó el punto de partida oficial de su carrera. Con temas como “Ves Luz” y “Fiesta”, logró captar la atención del público y de los medios especializados. El disco se
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Demonios y Bares de Viejos
Costa:
Anoche bebí a reventar, hoy no siento nada.
Otra canción, otra botella, otra cara enlechada.
Si la calle me está gritando, otra puñalada y si me paso dando duro, te dejo marcada.
Sexo, alcohol y algún fracaso por mi repertorio.
Bares de viejos, agua santa, algún demonio.
El cráter de un volcán, azufre el dormitorio, relajante muscular, podéis llamarme insomnio.
Pido sexo y tú te pillas, ando en zapatillas.
Negrita, Jagger Diazepam, miro y tú te tiras, haces siempre un laberinto de cosas sencillas.
Yo curo con sal y tequila, siempre las heridas.
En la guerra y en el amor siempre soy honrado.
Fumo puro, follo duro y vivo colgado, conduzco bien follado.
Me pongo a todo rabo
Costa con Natos y Waor ya podéis odiarlo.
Si, si, hijos de la ruina.
Waor:
Tic-Tac, me olvidé de querer, olvidé lo que hice ayer, olvidé mi primera vez.
Debió ser algo que no hicimos bien y desde entonces Sota, Caballo y Rey, vivo en un bucle.
¿Y tú qué? No me des palique, estoy puliendo tickets en la barra, mi sueldo gastao' en Cacique.
O vienes o te vas tronca pero no me compliques, chulería de bloque, jugando al despiste.
Sobre la media, bajo tus medias, yo soy de partirme la polla cuando la cosa está seria.
Hijos de la p*** ruina, bestia, mezclando lagrimas con risas, tragicomedia.
Botellas de ron en el perímetro, o voy en metro o te reviento el alcoholímetro.
Mil amaneceres locos en mi currículo
Hoy entre tú y yo, no hay centímetros
Si, si, hijos de la ruina
Natos:
Mensaje, subliminal, amigos en el infierno por si tal.
Juicio final, pecado capital, agujero negro, laguna mental.
Invierto en espíritu más que en material, sólo negocios, nada personal.
Lo tuyo corte, lo mío original, trazo bien la plata, mejor la diagonal.
Patadón a lo Van Damme, estrategia a lo Van Gaal.
Vamos en el buga con droga y Brugal.
Entro al garito, borracho, en chandal, con un ciego que ni
Hago Rap, vivo Rock, pon tequila y sal, vomito por la ventana del hostal y ¿qué tal?
Aprendí a estar bien, estando mal, 7 de la mañana comprando en el hospital