Cuitla Vega, cuyo nombre completo es Cuitláhuac Vega, nació el 1 de enero de 1991 en Mazatlán, Sinaloa, México. Desde muy joven, Cuitla mostró un marcado interés por la música. Creció en una familia donde el arte tenía un lugar especial, pues su padre era un músico local que le enseñó a tocar la guitarra desde los seis años. Este entorno propicio para el desarrollo artístico fue esencial para perfil ar el camino que Cuitla iba a recorrer en la industria musical.
A sus 15 años, Cuitla ya había compuesto varias canciones y se presentaba en festivales y eventos locales. Su voz única y talento natural comenzaron a llamar la atención. Con el apoyo de sus padres y su comunidad, Cuitla decidió dedicarse por completo a la música, sabiendo que esa era su verdadera pasión.
"Siempre supe que quería que la música fuera mi vida," recuerda Cuitla sobre sus primeros años. "La energía que sentía al tocar frente a una audiencia era algo que no podía ignorar."
En 2010, un video casero donde interpretaba una de sus composiciones se volvió viral en redes sociales. La calidez de su voz y la profundidad de sus letras resonaron con un público amplio y diverso. Esta repentina popularidad le abrió las puertas para actuar en programas de televisión y estaciones de radio a nivel nacional, lo cual aceleró su ascenso a la fama.
Donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos.
Donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací.
De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo,
de nieve, huracán y abismos,
el sitio de mi recreo.
Viento que a su murmullo parece hablar
mueve el mundo con gracia, la ves bailar
y con él, el escenario de mi hogar.
Mar, bandeja de plata, mar infernal
es su temperamento natural,
poco o nada cuesta ser uno más.
De sol, espiga y deseo...
Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura,
hay nieve, hay fuego, hay deseo,
ahí donde me recreo.