La historia del grupo mexicano Pesado está marcada por el esfuerzo, la dedicación y el talento de sus integrantes. Originario de Nuevo León, este grupo norteño ha abrazado las raíces de la música regional, logrando conquistar no solo a su público local, sino también a audiencias internacionales. Todo comenzó en 1993, cuando un grupo de jóvenes apasionados por la música decidió formar una banda. Bajo el liderazgo de Beto Zapata y Pepe Elizondo, nació Pesado, un nombre que con el tiempo se convertiría en sinónimo de excelencia musical.
Al principio, Pesado enfrentó los desafíos típicos de cualquier banda emergente. Sin embargo, gracias a su estilo único y autentico, no tardaron en captar la atención de la audiencia. Su primer álbum, Ayúdame a Olvidar, lanzado en 1993, marcó el inicio de su trayectoria hacia el estrellato. Temas como "Historia Grande" y "Te Lo Pido Por Favor" rápidamente se convirtieron en favoritos del público, demostrando que su música tenía un atractivo especial.
Pesado ha sabido equilibrar a la perfección los sonidos tradicionales del norteño con elementos contemporáneos. Algunos de los pilares de su éxito incluyen sus letras emotivas, melodías pegajosas y una ejecución impecable en el acordeón y bajo sexto, instrumentos icónicos del género. En particular, la voz inconfundible de Beto Zapata y la habilidad musical de Pepe Elizondo han sido esenciales para forjar el camino del grupo.
La combinación de talento y autenticidad empezó a
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Tragos de amargo licor
Clavado en este rincon
como tu clavastes a mi corazon
estos tragos que tomo yo
son pura tristeza y son mi dolor.
Te fuiste no se porque,
yo se que me querias,
y se que me adorabas,
por si acaso quieres regresar
te voy a esperar, te voy a esperar.
Tragos de amargo licor
que no me hacen olvidar
y me siento como un cobarde
que hasta me pongo a llorar.
Te fuiste no se porque
yo se que me querias
y se que me adorabas
por si acaso quieres regresas
te voy a esperar, te voy a esperar.
Tragos de amargo licor
que no me hacen olvidar
y me siento como un cobarde
que hasta me pongo a llorar