En el caluroso verano de 1989, en los vibrantes barrios de Montevideo, nacía un grupo que cambiaría para siempre la escena del rock en Uruguay: Buitres Después de la Una. Formado originalmente por Gabriel Peluffo (voz), Juan Casanova (voz), Gustavo Parodi (guitarra), José Rambao (bajo) y Marcelo Lasso (batería), el grupo pronto se haría un nombre en la escena local.
En 1990, lanzaron su primer álbum homónimo, “Buitres Después de la Una”. Desde sus primeras notas, el disco expresó un contenido lírico contundente y musicalmente arriesgado. Canciones como "La Plegaria del cuchillo" y "La Ciudad la Quinta Estación" se convirtieron en hits, consolidando una base de fanáticos fieles. La atmósfera urbana y las historias cotidianas ofrecieron una conexión genuina con su audiencia.
En los siguientes años, el grupo lanzó varios álbumes que cimentaron su reputación. Su segundo disco, "Maraviya" (1991), mostró una madurez tanto en sonido como en letras. Luego llegó "La Bruja" (1992), conocido por su agresividad y autenticidad. Sin embargo, el verdadero golpe de autoridad vino con "El Amor Te Mata" (1995), un trabajo que incluía himnos como “Del Cardal,” y “Calaveratur.”
La década de los 2000 trajo consigo cambios significativos.
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Un extraño amanecer
Un frío oscuro
Sentirse muerto
Parecías no escuchar
Y tú cara, y tu cara
Sangre fría como el mármol
Me asesinó
Con tu sombra que me acosa
Mi sombra busca la claridad
Esperar es fuerte
Pero el daño ya esta hecho
Y ahora, y ahora
¿Y ahora qué?
Ya nada más
Ya nada mas, mas!
El tiempo lentamente
Borrará tu imagen
Más tú sombra que me mata
Siempre me perseguirá
No te vayas, no te vayas
Quédate un momento más
Es inútil
Inútil!
No te vayas, no te vayas
El frío oscuro me morderá
No te vayas, no te vayas
De la sombra a la claridad