Christian Meier nació el 23 de junio de 1970 en Lima, Perú, en el seno de una familia artística. Su madre es la reconocida actriz peruana Gladys Zender, quien fue Miss Universo en 1957. Desde joven, Meier mostró un interés por el arte y la música, lo cual lo llevaría a convertirse en una de las figuras más prominentes del entretenimiento en América Latina.
Christian Meier comenzó su carrera musical como miembro de la banda de rock “Arena Hash”, fundada en 1985 junto con Pedro Suárez-Vértiz, Patricio Suárez-Vértiz y Arturo Pomar Jr. Esta banda se destacó en la escena musical peruana de los años 80 y principios de los 90. Canciones como "Me resfrié en Brasil" y "Cuando la cama me da vueltas" se convirtieron en éxitos instantáneos.
Durante su tiempo en Arena Hash, Meier no solo tocaba instrumentos sino que también contribuía en la composición de varias canciones. Esta experiencia le dio las bases que necesitaba para lanzarse a su carrera solista.
Christian Meier lanzó su primer álbum solista en 1996 titulado "No Me Acuerdo Quién Fui". Este álbum incluyó temas que rápidamente ganaron popularidad, como "Carreteras Mojadas" y "Espérame en el Tren". El álbum fue un éxito en ventas y recibió críticas positivas, consolidando su carrera como cantante solista.
Paralelamente a su carrera musical, Meier también desarrolló una exitosa carrera como
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Ella vuelve a despertar
Casi cuando el sol se va
Y sabe lo que siente, aromas de otra gente
Con lo que lleva se va
Un par de trapos nada más
Sabe que es suficiente, no será permanente
En algún taxi y se va
Donde la espera quizás alguien más
Alguien que hoy no sólo va a soñar...
Que no sabe
No lo sabe
Que allá va la novia de nadie
Ya su luz se va a encender
Terciopelo en la piel
Acaricia sus piernas, sabe que es una reina
No se para a recoger
Hará más en el hotel
Antes de que amanezca, saldrá por esa puerta sé
Copas que vienen y van
Besos que saben a sal,
Ojos que no la verán jamás
Que termine la noche
Si despierta, mejor
De qué sirve soñar si no acaba el dolor
Que no sabe
No lo sabe
Que allá va la novia de nadie