El Plan de la Mariposa, una banda argentina de rock alternativo con toques de música psicodélica, nació en la localidad de Necochea en la Provincia de Buenos Aires. Fundada por cinco hermanos Andersen, la agrupación surgió como una extensión natural de su entorno familiar, acompañado por la necesidad intensa de expresar y compartir experiencias vitales a través de la música.
Los hermanos Andersen crecieron en una casa donde la música fluía sin cesar. Victor y Andrés, los padres, músicos también, promovían el arte en sus formas más variadas. Con una niñez marcada por la diversidad musical y cultural, no sorprende que Francisco (voz y guitarra), Joaquín (guitarra), Valentino (percusión), Camila (teclados) y Sebastián (violín) decidieran emprender esta travesía musical conjunta. A ellos se unieron más tarde los talentosos músicos Nicolás Jara en batería y Julián Ramírez en bajo.
Con influencias que van desde el rock psicodélico de los años 60 y 70 hasta ritmos latinoamericanos y folclóricos, El Plan de la Mariposa comenzó a esculpir una identidad musical única y compacta. Su primer álbum, "Brote" (2013), fue una carta de presentación poderosa, llena de letras introspectivas y sonidos envolventes. Canciones como “El túnel de la vida” y “Semilla del alma” se convirtieron rápidamente en himnos para su creciente base de seguidores.
El éxito de "Brote" abrió puertas y puso a la banda en el mapa de la
Ver BiograFia Completa
Fanchanga
Rumbos adecuados, ¿cuál debería tomar?
Destinos tan inciertos, me llama el aeropuerto.
Ya tanto hemos hablado, tanto queda que hablar,
hasta poner de acuerdo versiones de recuerdo.
Y hay tantos requisitos para que no estés mal,
que soy insuficiente y no voy a cambiar.
Sé cuánto te pesa que busque libertad
pero ese no es un precio que yo quiera pagar.
Y vos querés volver, que sea todo igual que ayer,
pero esa es una salida por demás malentendida.
No hay que revolver las ollas del querer,
la manzana está mordida, mi vida incomprendida
y vos sabés, sabés muy bien,
hoy ya sos parte de lo que soy,
no importa dónde estoy…
Pero sabés, también sabés,
hoy ya no completo tu fracción, no cierra la ecuación, ¡va!
Y vos querés volver, que sea todo igual que ayer,
pero esa es una salida por demás malentendida.
No hay que revolver las ollas del querer,
la manzana está mordida, mi vida incomprendida
y ya ni sé qué hacer, ya no sos mi mujer,
ya no tengo la medida que controle mi salida
buscando el placer, yirando por doquier,
alguna pendeja ida que se prenda en la movida
y vos sabés, sabés muy bien.