Los Rancheros son uno de los grupos más icónicos de la música popular argentina. Con un estilo particular que amalgama rock y pop con influencias del folklore y el tango, han logrado mantener una presencia constante en la escena musical desde su formación en la década de 1990.
La banda se formó en 1991 en Buenos Aires. Sus miembros fundadores fueron Miguel Ángel Peyronel en la batería, Julio A. Barrera, también conocido como Miguelo, en la guitarra y voz, junto con otros músicos que aportarían al sonido distintivo de la banda.
En 1993 lanzaron su primer álbum, “Ni por todo el oro del mundo”, que rápidamente se convirtió en un éxito y sentó las bases para el reconocimiento del grupo a nivel nacional. Temas como "Sin Solución" y "Lloraré" fueron muy bien recibidos, logrando un lugar en las listas de la radio y ayudando a establecer su presencia en la escena musical argentina.
El éxito del primer álbum fue seguido por la publicación de “Estribillos al Viento” en 1995. Canciones populares como “Casualidad” y “Mujer” consolidaron el estatus de la banda. Su capacidad para combinar líricas emotivas con melodías pegajosas les permitió conectar con una audiencia amplia y diversa.
A mediados de la década de 1990, Los Rancheros comenzaron a realizar giras no solo por Argentina, sino también por países vecinos como Uruguay, Paraguay y Chile. Esta expansión internacional les permitió aumentar su base de fanáticos y llegar a una audiencia más amplia.
Letra Verónica - Los Rancheros
Me tomé una semana en la luna
me tomé una mañana en el mar
te dejé un acertijo con plumas
para que nadie lo pueda encontrar.
Te dejé la comida en el freezer
te guardé la ropa en el placard
te escribí un montón de mentiras
con la tinta del tango fatal.
Si la gente no vive la vida
si la gente no sabe volar
si la vida son solo palabras
por qué hablar.
Verónica, verónica
Verónica, verónica.
Me comí la manzana prohibida
y caí en la boca del volcán
caminé sobre lava encendida
pero nada me pudo quemar.
Si el demonio perdió la partida
le ganaste la mano final
si encontraste por fin la salida
verónica.
Verónica, verónica
Verónica.
Verónica, verónica
Verónica.
Si el demonio perdió la partida
le ganaste la mano final
si encontraste por fin la salida
verónica.
Verónica...
Verónica...
Verónica, verónica
Verónica...