En el año 2000, en una pequeña ciudad de Paraguay, varios jóvenes con un sueño compartido se unieron para formar un grupo que más tarde se convertirÃa en una de las bandas más emblemáticas del rock paraguayo: Salamandra. La formación original consistÃa en los talentosos músicos Derlis "Afi" Cortese (voz y guitarra), Leo Giardina (bajo y coros), José "Joao" Vázquez (baterÃa) y Rodrigo "Ro" Pérez (guitarra). Estos jóvenes compartÃan una pasión inquebrantable por la música y una visión clara: hacer del rock su forma de vida.
Después de varios años tocando en bares locales y pequeños eventos, Salamandra lanzó su primer disco, "Alma en Pena", en 2004. Este debut puso a la banda en el mapa musical del paÃs, capturando la atención de jóvenes y adultos por igual. Canciones como "Viaje a las nubes" y "Solos en la Ciudad" se convirtieron en hits casi inmediatamente, estableciendo su estilo caracterÃstico de rock potente con letras profundas y melódicas.
Con el éxito de su primer álbum, Salamandra comenzó a ser invitada a festivales más grandes y a compartir escenario con bandas internacionales. En 2007, lanzaron su segundo álbum, "Nosotros los Santos". Este trabajo reafirmó su popularidad y les permitió girar fuera del paÃs, presentándose en varios escenarios de Sudamérica. Temas como "Bajo el Cielo" y "Dame una Señal" resonaron fuertemente con su creciente base de fans.
Durante la siguiente década, Salamandra no solo se dedicó a hacer más música, sino también a
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Mucha ceniza en el piso
Hay recuerdos de ella en cada rincón
Son como clavos clavados al piso
Aquel graffiti en la pared
Las iniciales de tu nombre y el mio, han desaparecido.
No necesito recordar, todos los días son igual. Y se te extraña de lunes a domingo
Y necesito un poco mas, de golpe no puedo dejar
Voy a morir si no te veo un ratito
Dejame algo para ver si es que puedo amanecer, solito, solito
Y ya son pasado de las tres, y me tocará otra vez, dormir solito, solito.
Se llenó el buzón de voz, no hay espacio para un último adios
Como las cosas que dejamos siempre
Como la carta que escribí, un día sábado del mes de septiembre
Ya nada importa vete
No necesito soportar, me duele y yo voy a gritar, si aqui no hay nadie que escuche mis gritos
Y necesito un poco mas, de golpe no puedo dejar
Voy a morir si no te veo un ratito
Dejame algo para ver, si es que puedo amanecer solito, solito
Y ya son pasado de las tres, y me tocará otra vez, dormir solito, solito
Dejame algo para ver, si es que puedo amanecer solito, solito