Tremolo, una banda que dejo una huella indeleble en la música contemporánea, tiene sus raíces en los años 90. Formada en 1996 en la vibrante ciudad de Seattle, sus miembros fundadores fueron Sergio Valenzuela (vocalista y guitarrista), Laura Medina (bajista), Pedro Fernández (tecladista) y Alicia Torres (baterista). Influenciados por el grunge que dominaba la escena musical de la época, rápidamente encontraron su propia voz, integrando melodías introspectivas con una energía cruda y emocionante.
El álbum debut de Tremolo, "Sombras y Luces", lanzado en 1998, recibió aclamación inmediata de la crítica y estableció su presencia en el panorama musical. Canciones como "Despertar" y "Niebla" resonaban con un público que buscaba profundidad emocional y autenticidad en la música. El éxito de este primer álbum los llevó a una gira nacional, consolidando una base de seguidores leales.
En el año 2000, Tremolo lanzó su segundo álbum, "Mar de Cristal". Este trabajo mostró una evolución en su sonido, con letras más complejas y arreglos musicales más elaborados. La canción "Ecos del Ayer" se convirtió en un himno generacional, y el álbum se mantuvo en las listas de éxitos durante meses. Este período también marcó su primera gira internacional, llevando su música a audiencias en Europa y América Latina.
A medida que avanzaban en su carrera, Tremolo no dudó en experimentar con nuevos sonidos. El álbum "Laberintos" (2004) exploró géneros como el jazz y la música electrónica, ampliando su repertorio y atrayendo a un público aún más
Ver BiograFia Completa
Cuenta la historia de un mago
Que un día en su bosque encantado lloró.
Porque a pesar de su magia
No había podido encontrar el amor.
La luna, su única amiga
Le daba fuerzas para soportar
Todo el dolor que sentía
Por culpa de su tan larga soledad.
Es que él sabía muy bien que en su existir
Nunca debía salir de su destino.
Si alguien te tiene que amar, ya lo sabrás
Sólo tendrás que saber reconocerlo.
Fue en una tarde que el mago
Paseando en el bosque la vista cruzó
Con la más dulce mirada
Que en toda su vida jamás conoció.
Desde ese mismo momento
El hada y el mago quisieron estar
Sólos los dos en el bosque
Amándose siempre y en todo lugar.
Y el mal que siempre existió, no soportó
Ver tanta felicidad entre dos seres.
Y con su odio atacó, hasta que el hada cayó
En ese sueño fatal de no sentir.
En su castillo pasaba
Las noches el mago buscando el poder
Que devolviera a su hada,
Su amor, su mirada tan dulce de ayer.
Y no paró desde entonces
Buscando la forma de recuperar
A la mujer que aquel día,
En medio del bosque por fin pudo amar.
Y hoy sabe qué es el amor, y que tendrá
Fuerzas para soportar aquel conjuro.
Sabe que un día verá su dulce hada llegar
Y para siempre con él se quedará.