Chris Isaak es uno de esos artistas cuyo estilo y sensibilidad musical se han grabado en la memoria colectiva de varias generaciones. Nacido el 26 de junio de 1956 en Stockton, California, Isaak ha dejado una huella indeleble en el mundo de la música gracias a su inconfundible voz y evocadoras letras de amor y desamor.
Christopher Joseph Isaak creció en un ambiente de clase trabajadora. Su padre, Joe Isaak, era un operador de grúa, y su madre, Dorothy, trabajaba en una fábrica de jamones. La familia tenía orígenes modestos pero cálidos, y desde temprana edad, Chris mostró un interés profundo por la música y las artes. A medida que crecía, fue influenciado por artistas como Elvis Presley, Roy Orbison y Johnny Cash, quienes más tarde moldearon su propio estilo musical.
Asistió a la Universidad del Pacífico en Stockton antes de transferirse a la Universidad Estatal de California, en donde se graduó. Su periodo universitario también incluyó una temporada como alumno de intercambio en Japón, lo que añadió un toque de exotismo a su vida y arte. Se destacó no solo por sus calificaciones, sino por ser boxeador amateur, forjando así una identidad multifacética.
El verdadero inicio de su carrera artística llegó en los años 80. Después de graduarse, se trasladó a San Francisco y formó la banda Silvertone en 1981. Aunque los primeros años fueron difíciles, lidiando con bares pequeños y actuaciones esporádicas, la banda comenzó a ganar seguidores
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The lonely ones Song Lyrics
The lonely ones by Chris Isaak If you drive late at night, and pass the town at night.
And know that someone lies awake not sleeping.
If you drive fast at night, and hear the wind at night.
And know tha sometimes you can hear them weeping, the lonely ones.
The lonely ones.
And though you'd like to stop, you know it's wrong to stop.
The nights' to dark for you to ever reach them, the lonely ones.
The lonely ones.
As you drive on we drive faster,
you try to leave the night behind you but wait.....
You hear them still.... You always will.
The lonely ones.
Out on the edge of town, you start to turn around.
But in your mirror you see the one who is crying, the lonely ones.
The lonely ones, the lone-ly ones!