En Montevideo, Uruguay, en el año 2000, nació Cuatro Pesos de Propina, una banda que con el tiempo se convertiría en un símbolo de resistencia y autenticidad. Integrada por Guillermo Peluffo (voz), Diego Rossberg (bajo y voz), Nicolas Plugiawan (guitarra), Matías Aguate Garay (batería) y Juan Gobeo (teclados), la banda se conoció en círculos universitarios y comenzó a tocar en bares y pequeños escenarios antes de surgir en el panorama musical con su estilo único.
Las influencias de Cuatro Pesos de Propina son variadas. Su sonido fusiona ska, reggae, rock y candombe, lo que crea una mezcla perfectamente adaptada al oído rebelde y crítico. Bandas como Mano Negra y Los Fabulosos Cadillacs sirvieron de inspiración, pero le añadieron un toque local que los volvió inconfundibles.
En 2006, la banda lanzó su primer disco titulado Se Está Complicando, que tuvo buena recepción en la escena local. Desde temas reflexivos como De Nada Sirve hasta canciones festivas como Pichón, el álbum mostró la habilidad del grupo para equilibrar mensajes sociales con melodías pegajosas. Sus letras siempre guardan una esencia de protesta y una narrativa que interpela al oyente a cuestionar su realidad.
En 2008, llegó su segundo álbum, Juan. Este proyecto significó un crecimiento tanto en la composición como en la producción. Canciones como Y No Te Va Gustar y El Uruguayo establecieron al grupo como un referente en la música de protesta. La calidad de producción mejoró, y
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La verdad de la milanesa
Iba por la calle silbando,
despacito la vamos llevando.
"El amor es una cosa
dolorosa."
Dijo y rompió la botella,
"Esta noche brindo sin ella".
y simulando una danza,
se la clavó en la panza.
Y el dolor, gota a gota,
que salía de su boca,
le iba diciendo al oído:
"Morite tranquilo".
El tipo estaba jodido,
tenía tan grande el ombligo.
El buraco no era sencillo,
no cierra como bolsillo.
El tipo está agonizando,
de la vida se lo van llevando.
Y en el último suspiro
creyó escuchar como un tiro.
Pero no, no era bala,
era la verdad que entraba
y le revelaba el secreto
de la complicada existencia.
Y así, más tranquilo y sin miedo,
comentó:
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad de la milanesa.
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad...
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad de la milanesa.
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad...
De noche trabaja Rosa.
De la esquina, la flor más hermosa.
Y aunque su lengua es de espina,
no lastima.
Calma tu sed por un rato,
pero no se quita los zapatos.
Haciendo el amor en el suelo,
te sabe llevar al cielo.
Pero guambia, de la altura
la caída siempre es dura.
Y aunque salgas bien parado,
podés quedar lastimado.
Rosa nunca se enamora.
Ve la aguja, no mira la hora.
pero una noche, un cliente
le hizo apretar los dientes.
Brotó una flor en su pecho,
la vió en el espejo del techo.
Mucho, poquito y nada,
Rosa la desojaba.
¿Y quién te ha visto?
¿Y quién te ve?
Siempre hay la primera vez.
Y el amor, que es un milagro,
cuando no es correspondido,
deja en el alma un vacío
comentó.
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad de la milanesa.
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad...
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad de la milanesa.
La verdad que a nadie le interesa,
la verdad...
"¿Y hasta cuándo una vez,
y otra vez, y otra vez de nuevo?
Vamos probando el dolor amor, dolor amor.
¿Cómo quieren ganar
sin saber las reglas del juego?".
Se fue gritando sin voz.