La Beriso es una reconocida banda de rock argentino que ha dejado una marca imborrable en la escena musical de su país y más allá de sus fronteras. Se formó en el año 1998 en Avellaneda, Buenos Aires, de la mano del vocalista y principal compositor, Rolando Sartorio, conocido popularmente como "Rolo". El nombre del grupo surge del apodo de "La Beriso" que recibe un barrio de Avellaneda. Su música combina rock clásico con influencias del blues y letras cargadas de contenido social y personal.
La Beriso inició su camino en el año 2000, recorriendo pubs y pequeños escenarios del conurbano bonaerense. Su primer disco independiente, “Acordate”, fue lanzado en 2005 y comenzó a ganar seguidores fieles gracias a su autenticidad y mensajes. Temas como “Pensamientos” y “Caricias de asfalto” mostraron el talento compositivo de Rolo Sartorio y la entrega del resto de la banda.
La Beriso continuó su ascenso con la publicación de varios discos que recibieron una excelente acogida tanto del público como de la crítica. En 2007, lanzaron “Desarrollo”, que consolidó su estilo y permitió ampliar su base de seguidores. Con canciones como “Traicionero” y “Mira”, el grupo empezaba a sonar en más espacios y a ser requerido en eventos de mayor envergadura.
[Letra de "Mano a mano"]
Después de tanto caminar
Son calles tan oscuras
No me dejan ni pensar
Ya ves de todo me alejé
No soy el mismo de antes
Ya no río como ayer
Y miro hacia atrás y no queda más
Ya no queda nada de lo que quiero encontrar
Y hoy el miedo me atrapó
Y veo que mi vida
Se me escapa por un rincón
Y vuelvo a mirar y lo vuelvo a intentar
Es muy difícil ver adónde tengo que llegar
Y miro hacia atrás, intento respirar
Le grito a mis recuerdos por favor quiero rеgresar
Y mirá vos cómo se me dеsarma el alma
Me sangra toda la espalda
Y tal vez, no hay mal que dure cien años
Pero vengo mano a mano hace tiempo con el dolor
Y miro hacia atrás, intento respirar
Le grito a mis recuerdos por favor quiero regresar
Y mirá vos cómo se me desarma el alma
Me sangra toda la espalda
Y tal vez, no hay mal que dure cien años
Pero vengo mano a mano hace tiempo con el dolor