La historia de La Fuga comenzó en la pequeña ciudad de Reinosa, en la comunidad de Cantabria, España. En 1996, cuatro jóvenes apasionados por la música decidieron unirse para formar una banda que les permitiera expresar todo aquello que llevaban dentro. Así, Raúl Gutiérrez (voz y guitarra), Adolfo Garmendia (guitarra), Eduardo González (bajo) y "Fito" (batería) se lanzaron a la aventura de crear su propio estilo dentro del rock en español.
En 1998, el grupo lanzó su primer álbum, “Mira”, una obra que, si bien no tuvo un gran alcance comercial, sí marcó el punto de partida para su carrera musical. Canciones como “Heroína” y “Al pie del cañón” les permitieron ganar un público fiel, ávido de su rock fresco y sincero.
El verdadero despegue llegó en el año 2000 con el lanzamiento de “A Golpes de Rock and Roll”, un álbum que les consolidó como una de las promesas del rock nacional. Temas como “El loco del parque” y “Barrio gris” se convirtieron rápidamente en himnos para sus seguidores. A partir de ahí, los integrantes de La Fuga comienzan a recorrer los escenarios de toda España.
En 2001, La Fuga presentó “A las doce”, un disco que reafirmó su capacidad de conectar con el público a través de canciones cargadas de energía y letras potentes. Este álbum incluyó himnos inolvidables como “Pa’ volar” y “Camino a ninguna parte”.
El
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Letra A Deshora - La Fuga
A deshora me levanto, apuro una sonrisa.
A deshora me acosté, no tenía prisa.
Anoche no era yo, un miércoles normal.
Vimos salir el sol, quemamos la ciudad.
Duerme el madrugador, yo me siento genial.
Rompe el despertador, diles que no vas a currar,
que anoche lo pasaste bien, que estás jodida de aguantar
que el jefe diga que no vales para nada.
Recorreremos la ciudad, como ayer.
Nos cerrarán los bares,
nos cerrarán las calles.
Recorreremos la ciudad, como ayer.
Nos cerrarán los parques,
nos negarán las llaves.
A las siete siempre en pie, aparece el mal humor.
Con suerte, volverás a las seis de aguantar a un dictador.
Pero ha llegado la noche, ahora te sientes bien,
ya no te pesan tanto tus 33.
Ya no molesta el sol, todo puede ir genial.
Rompe el despertador, diles que no vas a currar,
que hoy lo pasarás muy bien, que estás jodida de aguantar
que el jefe diga que no vales para nada.
Llénate el bolso de ilusión.
¡Agárrate!, la noche es de los dos.