En 2002, en la localidad de Gandía, situada en la Comunidad Valenciana, comienza la historia de La Raíz, una banda que surgió del encuentro de jóvenes apasionados por la música y la rebeldía. El grupo inició como un pequeño proyecto entre amigos, pero rápidamente se transformó en una poderosa maquinaria musical con un mensaje de lucha social.
La Raíz no tardó en hacerse notar en el panorama musical. En 2005 lanzaron su primer álbum, "Sumere", una mezcla de ska, rock y reggae, con letras contundentes y directas. Este enfoque les permitió ganar un público fiel que se sentía identificado con sus canciones.
Durante esos primeros años, la banda atravesó cambios en su formación, pero mantuvo siempre la esencia de sus comienzos: un enfoque en la música mestiza y reivindicativa. Sus letras abordan temas como la lucha social, la justicia y la libertad, logrando conectar con un público diverso y comprometido.
El lanzamiento del álbum "Guerra al Silencio" en 2007 marcó un antes y un después en la trayectoria de La Raíz. Con este trabajo, la banda consolidó su sonido característico y obtuvo un reconocimiento más amplio, gracias a la potencia de sus letras y la calidad de su música.
Sin embargo, el verdadero estallido de popularidad llegó con "El Lado de los Rebeldes" en 2011, un disco que redefinió su estilo con un enfoque más maduro. Temas como "Nos Volveremos A Ver" y "El Tren Huracán" se convirtieron en
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Siéntate, no tengas miedo, cuéntamelo todo
Escúpelo, escúpelo, escúpelo!
Estas avenidas infinitas me abducen
Fumando pensativo sin mirar en cada cruce
Cuando un ritmo me seduce sale mi diablo
Para jugar con el fuego que produce este estado
Ni cansado, ni malhumorado, tan solo encendido y corrompido
Por los daños recibidos
Me cargo pretorianos, espartanos y terciarios, inquisidores
Legionarios, policía de barrio
Barro tu barro, guarro, con tu carro, ay
Me vas de chico malo y te desgarro
Atraco a los bancos de palabras y ¡abra cadabra!
Habrá más palabras menos balas
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos del obrero que nunca descansa
Hasta que se muere
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos de los gritos de mi ciudad
Va por ustedes
(Sentado en el parque fumándome los dedos
Capullo es mi problema no te metas en medio y créetelo
Si quieres lo juro, que con un dedo te pulo y que, con dos, ya te llegó el ridículo)
Es tiempo de vivir el momento, de ver nacer cada sueño muerto
Sigue alertándome la lluvia afuera, como litros de sangre en esta mi guerra
Dispárame, no me dejes herido, balas de plata no matan este vampiro
Dame un respiro
Deseo estar limpio de toda impureza, de pereza y de castigo
Nada persigo pero presido mi vida
Con el optimismo cínico que guía el día que me recluye en una urbe muda
Llena de ruido y justicia que estornuda
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos del obrero que nunca descansa
Hasta que se muere
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos de los gritos de mi ciudad
Va por ustedes
Por si el tiempo no perdona hemos roto el calendario
Y seguiremos cantando y bailando dando guerra en escenarios
Por si el tiempo no perdona hemos roto el calendario
Y seguiremos cantando y bailando dando guerra en escenarios
Para los hijos de la muerte
Para los hijos del obrero
Para los hijos de la muerte
Va por ustedes
Y si quieres te lo juro, que con un dedo te pulo y que, con dos, ya te llegó el ridículo
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos del obrero que nunca descansa
Hasta que se muere
Para los hijos de la muerte que no sienten nada
Hasta que les duele
Para los hijos de los gritos de mi ciudad
Va por ustedes
Hasta que les duele, hasta que les duele
Hasta que se mueren, hasta que se mueren
Hasta que les duele, hasta que les duele
Para los hijos de los gritos de mi ciudad
Va por ustedes
Hasta que les duele, hasta que les duele
Hasta que se mueren, hasta que se mueren
Hasta que les duele, hasta que les duele
Para los hijos de los gritos de mi ciudad