En la vasta constelación del indie rock, pocos nombres resuenan con tanto fervor como Q And Not U. Este enigmático trío, surgido de la vibrante escena musical de Washington D.C., dejó una huella imborrable en el panorama musical. Fundado en el año 1998, su carrera, aunque breve, estuvo repleta de innovación y una pasión irrefrenable por explorar nuevos horizontes sonoros. Aquí, repasamos la historia de una banda que desafió convenciones y trazó su propio camino hacia la inmortalidad musical.
Q And Not U nació en un contexto de efervescencia creativa. Chris Richards (voz y guitarra), John Davis (batería) y Harris Klahr (bajo y voz) se unieron para dar forma a un proyecto que buscaría destacar en la rica herencia del punk y el post-hardcore de su ciudad. En sus inicios, la banda se destacó por su energía desbordante y su deseo de romper con las estructuras preestablecidas.
La historia de Q And Not U cambió cuando llamaron la atención del legendario sello Dischord Records. Reconocido por su asociación con bandas icónicas como Fugazi y Minor Threat, Dischord era el hogar perfecto para este trío innovador. En el año 2000, publicaron su primer álbum, No Kill No Beep Beep, un esfuerzo audaz que combinó elementos del post-punk, el dance-punk y el funk, dando como resultado un sonido fresco y único.
El impacto de No Kill No Beep Beep fue inmediato. La banda
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K, throw back your head.
We need to hear a laugh
tumble on your worried breath.
Throw your head. Tt's quite a gas
B, throw back your head.
You deserve a rest
Your sons have nothing to avenge.
Throw your head and take a breath
N, throw back your head in complete disbelief.
This is finally happening.
Brother, throw back your head with me and sing: La la la la la.
we simply nod away discreetly, as you say:
"We'll throw them back someday."
Love, throw back your head in pleasure.
Have we Met?
Until our mouths intersect could we ever rest?
Child throw back your head bloom in a crying fit
how violently our lives begin. Joyful noise, begin.
Child throw back your head.
Do best to crane your neck. Drink it in with no respect.
Drink it in and sing back: La la la la la.
Let's never nod or shake or ever hestitate to throw back our heads and say:
Oh!