Nacido en un pequeño pueblo del estado de Sonora, México, Jesús "Chuy" Vega creció rodeado de la magia de la música tradicional mexicana. Desde una edad temprana, mostró un talento natural y una pasión por la música que lo distinguió de sus contemporáneos. Las serenatas en las plazas y las fiestas populares fueron sus primeros escenarios, lugares donde el canto y el rítmico sonido de la guitarra se entrelazaban en el ambiente festivo de la comunidad.
Durante los años 80, Chuy Vega inició su carrera profesional en diversas agrupaciones locales, ganando poco a poco reconocimiento por su impactante voz y su habilidad para interpretar melodías que tocaban el alma de quienes lo escuchaban. Fue en esta década que decidió aventurarse como solista, llevando consigo su profundo conocimiento de la música ranchera y norteña, géneros que caracterizarían su carrera.
El lanzamiento de su primer álbum marcó un antes y un después en la trayectoria de Chuy Vega. Sus canciones, muchas de ellas narrativas llenas de emoción y vivencias del pueblo, resonaron en todo México y más allá de sus fronteras. A lo largo de su carrera, Chuy lanzó numerosos álbumes que fueron acogidos con entusiasmo, destacándose canciones como:
Hay un angel
Hay un ángel que por las mañanas siempre me da un beso
unos ojos preciosos que tiene como dos luceros
en el día que no estoy con ella yo me desespero
esperando la noche pa` decirte te quiero
El cabello que tiene para mí son como hilos de oro
esos labios que llevan la huella que le dan mis besos
para mi nunca habrá otra mujer mientras Dios me de vida
cuando te conocí, tu curaste mi herida
En el mundo yo andaba perdido por una aventura
hasta que tu bajaste del cielo y con una mirada
solamente me diste tu mano me diste tu amor
y por eso doy gracias al cielo, por darme tu amor
El cabello que tiene para mí son como hilos de oro
esos labios que llevan la huella que le dan mis besos
para mi nunca habrá otra mujer mientras Dios me de vida
cuando te conocí, tu curaste mi herida
En el mundo yo andaba perdido por una aventura
hasta que tu bajaste del cielo y con una mirada
solamente me diste tu mano me diste tu amor
y por eso doy gracias al cielo, por darme tu amor
Y por eso doy gracias al cielo, por darme tu amor