Nacida como Marina Lambrini Diamandis el 10 de octubre de 1985 en Abergavenny, Gales, la futura estrella enfrentó desde temprana edad la dicotomía entre su herencia griega y su entorno británico. Este contexto cultural dual influyó profundamente en su identidad artística.
Desde muy joven, Marina mostró un interés por la música y el teatro, participando en diversas producciones escolares. A pesar de no tener una formación profesional en música y enfrentarse a varios rechazos por parte de academias de música, Marina persistió con determinación en encontrar su propio camino hacia el estrellato.
El nombre Marina and the Diamonds no hace referencia a una banda, sino más bien a la intérprete y sus seguidores, a quienes cariñosamente llama "los diamantes". Sus primeras incursiones en la música fueron autogestionadas; Marina compuso, produjo y grabó sus primeras canciones desde su habitación.
En 2007, la joven artista lanzó su primer EP titulado "Mermaid vs. Sailor" de manera independiente. La visibilidad incrementó cuando, un año después, firmó con el sello discográfico Neon Gold Records. Con canciones que reflejaban una mezcla ecléctica de pop alternativo y música experimental, Marina empezó a crear un estilo propio.
En 2010, Marina and the Diamonds lanzó su primer álbum de larga duración, The Family Jewels. Con temas como "Hollywood", "I Am Not a Robot" y "Oh No!", la producción fue un éxito crítico y comercial.
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Gold
Lo tienes en la palma de tus manos,
Se resbala por tus dedos como arena.
Porque ellos no entienden quién eres,
No importa mientras yo sea tu estrella,
Estrella.
Sí, lo sé que necesito el oro,
Pero lo que amo no se puede comprar o vender.
No creo querer lo que solía querer.
No creo necesitar lo que solía necesitar.
No creo querer lo que solía querer.
No creo ver lo que solía ver.
He estado esperando, esperando a que la moneda caiga.
He trabajado, trabajando para recuperar lo que perdí.
Pero lo que sea que pase, estaré bien,
Porque la fortuna corre por mis venas,
Mis venas.
No puedes quitar el toque de Midas.
Así que será mejor que le abras paso a esta
Griega fiebre de oro.
No creo querer lo que solía querer.
No creo necesitar lo que solía necesitar.
No creo querer lo que solía querer.
No creo ver lo que solía ver.
En El Dorado, tu oro
A Colorado no puede ser comprado o vendido.
Ahora, no hay moral para esta historia,
Pero puedo escuchar mi libertad llamándome,
Llamándome.
No me importa que todos sepan,
Soy un millón de dólares en el hoyo.
No me importa que todos sepan,
Bebé, ni siquiera quiero tu oro
De El Dorado, tu oro
A colorado no se puede ser comprado o vendido.
Fiebre de oro.
Fiebre de oro.
Libre, soy libre.