Maringa
Como una rosa perfumada, Maringa,
la mocita más bonita,
que murió de tanto amar.
Como las flores
fue muy breve su vivir.
Marchitó por sus dolores,
y el dolor la hizo morir.
Maringa, Maringa,
después que tú partiste,
todo el pueblo quedó triste,
porque amaban tu mirar.
Maringa, Maringa,
tú quisiste hasta la muerte,
y el destino de tu suerte,
solo Dios comprenderá.
Maringa, Maringa,
merecías el amor,
y cortaron tu rosal,
tu destino era de flor.
Maringa, Maringa.